En los últimos tiempos magistrados jueces que presuntamente obedecen líneas trazadas por el ex Presidente de la República, doctor Leonel Fernández, se han decidido por evacuar sentencias mediante las cuales ordenan archivar expedientes por corrupción, que involucran a importantes personajes que desempeñaron funciones en el pasado gobierno.
Los casos de mayor trascendencia y que convocan a cuestionar la justeza e independencia del Poder Judicial, favorecen al Senador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ingeniero Fèlix Bautista y al ex Ministro de Obras Públicas, ingeniero Víctor Díaz Rúa.
Esta práctica oscurece en vez de aclarar el actual Estado de Derecho de los ciudadanos, y de paso, cercena de manera cobarde, las garantías de los hombres y mujeres que componen el Ministerio Público, de luchar contra el poder de la corrupción, tan enraizada en la mayoría de los Estamentos del Estado Dominicano.
Los magistrados jueces que forman parte de ese festival de archivar expedientes que tienen que ver con políticos y empresarios que se han robado presuntamente los dineros del erario público, no merecen estar aplicando y administrando justicia en un país, que se supone es garante de la justicia y las libertades publicas, en su condición de signatario de acuerdos internacionales y de la Declaración Universal los Derechos Humanos.
Estamos viviendo en un tiempo donde se impone el poder del dinero, porque es insólito que ex funcionarios que según la ciudadanía, se llevaron en las uñas miles de millones de pesos, circulen libremente por nuestras calles bajo el amparo y complicidad de las autoridades competentes. Pero cuentan que un gran pensador en una época de angustia y desesperación se decidió por escribir, citamos: “Algún día será”.