San Francisco de Macorís. – El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) reafirmó su compromiso de trabajar por el desarrollo integral de la República Dominicana y de las demás naciones, sobre la base de una correcta sustentabilidad espiritual, política y social. En un documento público, la entidad planteó que, a pesar de los actuales niveles de fragilidad que afectan al mundo, las bondades de nuestras sociedades superan sus debilidades.
El CRD considera que esta realidad demanda orientar la vida diaria y las acciones de las instituciones hacia el fortalecimiento de los principios que sustentan la convivencia armónica, apoyándose en los valores cristianos y en una sociedad fundamentada en la ética y el respeto.
La organización sostiene que estos principios deben ser asumidos por todos los ciudadanos, creyentes o no, como guía para transformar a las familias, las comunidades y las naciones, construyendo un futuro esperanzador para las presentes y futuras generaciones. Para ello, aboga por un accionar basado en el amor, la dignidad, la honestidad y el respeto, promoviendo entornos sociales que dignifiquen al ser humano.
Pautas esenciales planteadas por el CRD
El CRD señala que alcanzar estas metas implica asumir como columna vertebral el mandamiento cristiano del amor al prójimo, tal como lo ejemplificó Jesucristo en su relación con sus discípulos y amigos. La institución destaca la importancia de construir sociedades guiadas por valores firmes y duraderos, siguiendo el ejemplo de vida de Cristo, quien, más allá de su misión redentora, instituyó el amor como nuevo mandamiento para la humanidad.
En este sentido, el CRD recalca que ser verdaderos agentes de cambio no basta con emociones o intenciones superficiales; se requiere un amor auténtico, de entrega, sacrificio y fidelidad. Propone fomentar estos principios tanto en las familias como en las instituciones, promoviendo virtudes que den sentido y dirección a la existencia humana.
De acuerdo con la visión del CRD, cada persona debe asumir como objetivo vivir conforme a los valores predicados por Jesucristo, actuando con amor propio y amor al prójimo. Esta práctica, argumenta, es esencial para superar las barreras que impiden construir sociedades justas, equitativas y en paz sostenible.
Con este llamado, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. invita a todos los sectores de la sociedad dominicana y del mundo a trabajar unidos en favor de un modelo de desarrollo sustentado en principios éticos, justicia social y solidaridad, en aras de un porvenir más armonioso y digno para toda la humanidad.
