Hermanas Mirabal. La provincia Hermanas Mirabal, siempre atenta a las causas nobles, hoy levanta su voz en favor de Wellington López, conocido popularmente como “el cantautor del pueblo”. López, oriundo de San José de Conuco, atraviesa una difícil situación de salud y económica.
Wellington López, reconocido por su inconfundible y potente voz, ha dedicado su vida a alegrar actividades comunitarias sin pedir nada a cambio. Sin embargo, su estado de salud se ha agravado como consecuencia de complicaciones derivadas de la diabetes, enfermedad que recientemente lo llevó a ser hospitalizado en un centro de salud del municipio de Tenares, donde ha sido atendido en varias ocasiones.
Hoy, Wellington necesita el respaldo que tantas veces ha brindado a otros. La comunidad recuerda cómo, de manera desinteresada, ha participado en innumerables patronales, eventos culturales y homenajes, casi siempre sin recibir remuneración. Un ejemplo de ello fueron las patronales de Tenares del año 2017, ocasión en la que, según testimonios, recibió por primera y única vez un pago por su participación artística.
Conmovidos por su situación, familiares, amigos y vecinos trabajan en la construcción de una vivienda digna para el cantautor, en un gesto de gratitud y solidaridad. Asimismo, algunos parroquianos, tanto los que residen en la provincia como en la diáspora, han realizado aportes voluntarios para mejorar la calidad de vida de este ícono cultural de San José de Conuco y de toda la provincia. Hoy en día, está muy avanzada la recolección de materiales necesarios para la construcción de su casa.
No obstante, y conociendo la sensibilidad social de la senadora y la gobernadora de la provincia Hermanas Mirabal, María Mercedes Ortiz y Lissette Nicasio, hago un llamado público para que, una vez terminada la casa de Wellington López, procedan a gestionar los muebles y electrodomésticos que esta requiera. Además, solicitó que se empoderen para garantizarle los fondos necesarios a través del Estado que aseguren su alimentación, dada su condición diabética.
Wellington no es solo un artista; es un símbolo de humildad, talento y entrega. Su legado en favor de la cultura y el canto merece ser correspondido ahora que enfrenta dificultades. Hoy es por Wellington; mañana podría ser por cualquiera de nosotros.
La solidaridad no debe esperar.
