El domingo 8 del discurrente mes de Marzo se celebró un día dedicado internacionalmente a un ser humano muy importante por cuanto representa en la familia y sociedad, el DIA DE LA MUJER, con diversos actos como homenaje, en algunos sectores pudo haber sido un reconocimiento sincero a sus atributos o condiciones excepcionales, compañera del hombre, madre, amiga, ciudadana, en otros un cumplido puro y simple para confundir a los demás con la mascara de la hipocresía, o sea, en apariencia.
Pese a que ese día se dedican páginas en los medios escritos, programas de radio y televisión, se exaltan nombres como referentes por la valía de sus méritos, educadoras, políticas, emprendedoras, heroinas de la Patria, la mujer dominicana sigue recibiendo un trato discriminatorio y excluyente en el area laboral, actividades políticas y productivas, y su salario en muchos casos es muy inferior al del hombre, lo que no es justo por un absurdo machismo de quienes se resisten a aceptar legal y constitucionalmente la equidad de género y de derechos que corresponde a la mujer como una conquista.
La violencia de género está presente en muchos hogares y familias, agresión física y verbal, los feminicidios dejan sus horrendas, sangrientas y fatales marcas indelebles y dolorosas en las familias de las victimas, traumas permanentes en los hijos huerfanos, a veces y en unos casos la muerte del padre victimario por suicidio, la policía y justicia han demostrado deficiencias, debilidad en el tratamiento o manejo de este fenómeno, cuya ínidice y estadisticas aumentan en vez de disminuir.
No obstante estas circunstancias tragicas para muchas mujeres, las universidades dominicanas albergan en sus aulas a una alta población femenina que se está capacitando en diferentes carreras técnicas y profesionales, mientras que muchos jóvenes del género opuesto han desertado abandonando sus carreras o apenas terminaron el bachillerato, no tienen una meta definida, por lo que orientadores y sicólogos debian estudiar las causas.
La mujer, y esto hay que aplaudirlo, no se ha frustrado ni sentida derrotada ante estos escollos interpuestos en su camino a la superación, ha seguido su marcha inexorable hasta alcanzar sus objetivos, hoy muchas de ellas desempeñan importantes posiciones en los sectores público y privado, Ministerios, direcciones departamentales, bancos, instituciones y empresas con funciones ejecutivas, invirtiendo su tiempo, esfuerzos, capacidad y eficiencia, observando estrictamente la etica como norma impuesta a si mismas en el cumplimiento de sus responsabilidades.
La mujer es en muchos casos más organizada que nosotros los hombres, mejor administradora en los fondos públicos si se trata del Estado, de las empresas si se trata del sector privado, del presupuesto doméstico o familiar, el hombre es más proclive al dispendio del dinero; es más prudente en los casos de accidentes de transito, comisión de cualquier otro delito o infracción, las estadisticas e involucramiento son sensiblemente más reducidas, casi intrascendentes.
Los hombres debemos forjar a si mismos una conciencia y cultura de amor, respeto, admiración, reconocimiento, valoración, caballerosidad con nuestras mujeres, las mujeres dominicanas, en el trato hacia ellas, aceptar el espacio y peso específico que tienen como patrimonio fundamental de la familia y sociedad, la igualdad de género y derechos que la Ley y Constitución les concede y privilegia dentro de su rol y status, no pensar como el hombre primitivo o del medioevo, el machismo es una de las aberraciones del pasado y debemos desterrarlo en nuestra actitud frente a la mujer.
Todos procedemos, obra y gracia del Señor, del vientre de una mujer, una madre que nos trae al mundo, a veces un parto con dolor, las que nos canta y arrulla en la cuna, protege con sus brazos y cubre con su manto bendito, la que pierde sus sueños en las noches o madrugadas con nuestro llanto, la que siempre está a nuestro lado dandonos amor y calor, apoyandonos moral, espiritual y emocionalmente, no hay amor más puro, sublime y bello que el de una madre, en cada mujer el retrato de una madre, demos amor a la mujer, ella es parte de nuestras vidas, es pruductiva para la familia por la concepción, útil a la sociedad por su trabajo, excelente compañera, amiga y ciudadana. !BENDITAS TODAS LAS MUJERES!.
El autor es abogado, periodista, escritor e historiador.
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