El domingo 5 de abril próximo es el día del periodista.
El oficio de periodista nos expone de forma contínua a recoger datos, redactar e informar de los más diversos asuntos de la sociedad.
Pero de la labor de informar y comentar se ocupan también los usuarios de las redes sociales quienes de manera instantánea y masiva debaten y emiten sus opiniones sobre distintos temas.
Es decir que el periodista ya no es el único que interviene en la creación de opinión pública sobre los hechos que con frecuencia genera la dinámica de la sociedad de estos tiempos.
Los periodistas son profesionales al servicio de los medios tradicionales de comunicación como son la radio, televisión, periódicos y ahora los portales de Internet que realizan su labor cumpliendo las normas éticas y códigos de conducta que sirven de base a su reconocimiento público, credibilidad y carácter de institución con domicilio.
Por estos medios se informa, se emiten juicios críticos a favor o en contra sobre hechos en los que se involucran instituciones, grupos o persona individual, pero informan y se pronuncian en términos apegados a las normas de respeto y consideración que merecen esas entidades.
Como los usuarios de las redes sociales no tienen como oficio buscar y redactar datos, su intervención en el proceso de difusión y comentarios se produce a partir de la labor que realiza el periodista.
Las redes sociales son una nueva herramienta de gran influencia en la opinión pública que complementa el trabajo del periodista, pero siempre necesitarán tener como fuente las informaciones de los medios tradicionales de comunicación. En otras palabras, el periodista realiza la labor primaria de informar; los usuarios de las redes la masifican con todos sus matices de términos lingüísticos y posturas ideológicas o políticas.
Los medios tradicionales de comunicación y las redes sociales para operar tienen en común la necesidad de ambientes políticos abiertos, que respeten el derecho de expresión y difusión del pensamiento. En República Dominicana, por ejemplo, los ciudadanos podemos expresarnos con amplia libertad a través de los medios tradicionales de comunicación y las redes sociales.
En Cuba y Venezuela, por ejemplo, no ocurre así por las restricciones impuestas por sus respectivos gobiernos. Los altos niveles del ambiente de libertad en República Dominicana se pueden medir a partir de las reacciones de los ciudadanos a las sentencias de No Ha Lugar que dictaron por separado dos jueces a favor de personas acusadas de robar al Estado cientos y miles de millones de pesos.
Para EL JAYA ambas sentencias judiciales son chapuceras y complacientes que tendrán efectos devastadores en la sociedad dominicana ya que elevan la corrupción y la impunidad a la categoría de Nuevos Valores Sociales.
Creemos que ya ningún tribunal de este país condenará a nadie por acusaciones de corrupción y manda el mensaje a los funcionarios y empleados que manejan dineros del Estado Dominicano a que roben, roben, roben que… nada les pasará. Nadie sentirá vergüenza porque le llamen corrupto. En el nuevo sistema de valores sociales la impunidad es la póliza que se encargarán de cobrar los políticos corruptos y los jueces matriculados en sus corrientes.
La verdad es que el viernes 27 de marzo los magistrados que actuaron en nombre de la justicia dominicana -cuyos nombres no merecen mencionarse- se lanzaron con todos sus símbolos al pozo de la indignidad y el descrédito moral.
Que conste, que todo cuanto se sabe de ambos casos, lo escribimos y difundimos los periodistas a través de los medios tradicionales de comunicación. Por la intensa y consagrada labor que realiza para la sociedad hoy y siempre, ¡salud en tu día periodista!.