La Cámara de Diputados aprobó el martes 28 de abril la Ley de Partidos Políticos, una pieza que tuvo que esperar 16 años para ser sancionada.
Corresponde ahora al Senado conocer, mejorar y completar esa ley que constituye el estatuto legal de las organizaciones del sistema democrático.
Las entidades políticas deben cumplir esa normativa y la Junta Central Electoral (JCE) con una escala de sanciones vigilar y hacerla respetar imponiendo los castigos previstos a los que la infrinjan.
Esta ley es importante para fortalecer los valores democráticos, garantizar la transparencia, evitar la discriminación y promover la disciplina política.
Demasiado tiempo ha transcurrido para establecer la norma que institucionaliza la práctica fundamental de la política que es a la vez la esencia de la democracia.
Con esta ley la ciudadanía tendrá más credibilidad y confiabilidad en el poder político en razón de que los partidos podrán ser regulados para un manejo más eficiente y que garantice la democracia.
Esta norma garantiza la aplicación de los derechos ciudadanos y las organizaciones en el ámbito económico social y político. Quedó establecido de manera legal el 33 por ciento de los cargos para las mujeres.
Un aspecto que queda pendiente para que el Senado verifique y corrija tiene que ver con el financiamiento de los partidos en cuanto a que no fija límites a los aportes económicos de personas particulares.
Con frecuencia escuchamos decir «más vale tarde que nunca». La expresión es aplicable en este caso, pues desde 1985 cuando el doctor Caonabo Fernández Naranjo presidía la JCE, comenzaron las gestiones con miras a darle al país la Ley de Partidos Políticos.
Se recuerda que el primer anteproyecto de ley de partidos lo presentó en julio de 1999 el Consejo Nacional de Reforma del Estado (Conare), pero se pasó el tiempo reglamentario y expiró, como también premió la propuesta que presentó en el 2003 la entonces diputada Licelotte Marte de Barrios.
EL JAYA saluda y aplaude la aprobación de la Ley de Partidos Políticos y confía en que contribuirá a mejorar la calidad del régimen político actual y estimulará la transparencia en la práctica de las organizaciones que dan vida y justifican el sistema democrático dominicano que con críticas y permanentes observaciones nos corresponde contribuir a mejorarlo.