A Juan Bosch se le escuchó afirmar reiteradas veces que “quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
Esta frase de extraordinario sentido de solidaridad y fuerza moral la resumió en el lema “Servir al partido para servir al pueblo”, con la cual calzó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) al crearlo el 15 de diciembre de 1973.
Bosch se propuso fundar ese partido para que le sirviera de instrumento para completar la obra liberadora del patricio Juan Pablo Duarte quien en uno de sus pensamientos afirma que “después de la filosofía, la política es la ciencia más pura para ser ocupada por las mentes más nobles”.
Sin embargo cabe preguntar a los lectores: ¿quién de los que han gobernado al país ha honrado el pensamiento de esas eximias figuras de la historia política dominicana?.
NINGUNO, respondemos nosotros.
La historia nos relata que quienes gobernaron con manos de hierro convirtieron al país en hacienda de su propiedad y al pueblo en verdadero siervo y quienes gobernaron con fachada “democrática” tomaron al país como una piñata en fiesta de niños en la cual sólo disfrutaron del bizcocho y las golosinas quienes estaban en la cercanía del festejado.
Sin dudas que a quienes les ha tocado ejercer el periodismo con sentido de compromiso social, sin vocación de subalterno ni actitudes complacientes en cualesquiera de los regímenes de tipos represivos o democracias corruptas, han tenido que vérselas con los detentadores de turno del poder.
Entonces es entendible que el Poder y el Periodismo son opuestos desde sus raíces, porque el periodismo intenta ser independiente para servir informaciones transparentes que contribuyan a forjar una opinión pública conciente, vigorosa y capaz de defender sus derechos; mientras que el Poder se resiste a los informes veraces porque depende de los intereses del partido o grupos que le sostienen y patrocinan sus privilegios.
Los políticos deben saber que el periodismo independiente, el que no ha hipotecado con ningún sector su libertad de informar, siempre está en alerta permanente y al servicio incondicional de la comunidad para defenderla contra los abusos y las injusticias.
En EL JAYA sabemos el rol que nos toca desempeñar en la sociedad. Este rotativo jamás será eje de nadie, porque estamos concientes de que debemos ser eco de todos.
Aquí ejercemos el periodismo para luchar por la dignidad y servir a las causas justas y nobles de los francomacorisanos, porque nos inspira el pensamiento de José Martí: No hay monarca más poderoso que un periodista honesto.