Urgente: Crear el Ministerio de los Desvalidos, Desgraciados y Desatendidos, el DEDEDE
Desde estas páginas virtuales, proponemos al Superior Gobierno (¿aún se usa este lambonismo?) la urgente creación de un nuevo ministerio, el DEDEDE, que se ocupe de las legiones de Desvalidos, Desgraciados y Desatendidos que hay en nuestro país.
Nos basamos para ello en las innumerables personas que llaman o acuden a las emisoras de radio como último recurso para solucionar sus miserias más extremas. Cada día, aparecen un sin fin de Desvalidos reclamando de todo lo que uno se pueda imaginar, ayudas económicas para subsistir porque sus familias literalmente pasan hambre, o que no los desalojen de su paupérrima casita, o pidiendo una silla de ruedas para poder desplazarse por la vida de alguna manera.
Otro sin fin de Desgraciados, que piden prótesis de todas clases, o medicinas para un hijo que se les está muriendo, o dinero para la operación de una enfermedad catastrófica que jamás podrán costear. De igual manera, otro sin fin de Desatendidos, a los que se les niegan las prestaciones laborales, o los beneficios de un seguro, o los que los funcionarios de turno no les hacen el menor caso ante sus justos reclamos.
Y aquí viene lo bueno, cuando los comunicadores, que están haciendo una labor encomiable tratando de ayudarlos, después de oír los relatos de sus desgracias, desde la cabina despotrican, vocean y patalean sobre la injusticia de cada denuncia, y al final dicen: “A ver, llámame ahora mismo a tal Ministro, al Jefe del Departamento, al Relacionista Público, al Coronel, al Dueño de la empresa, a Fulano que es amigo mío, a Mengano que es primo de Zutano, a Esperencejo que es cuñado del dueño de esta emisora…” y al poco rato aparecen por los micrófonos, vía telefónica, las voces de los responsables de los casos expuestos a través las ondas hertzianas, con un tono amistoso y conciliador, dando respuestas como, “Dígale al señor Marinito que pase mañana por mi oficina a las 8.00 a.m. que va a tener todos los papeles listos”. “Que don Pedro no se preocupe, que lo suyo está arreglado, es más hasta lo vamos a buscar ahora personalmente en nuestra mejor ambulancia”.
“Lo de doña Jacinta fue una lamentable equivocación, pero ya se ha corregido, no hay problema”… y es que el dedo índice señalador de los medios de comunicación tiene un poder de solución extraordinario. Los funcionarios mencionados por nombres, apellidos y cargos ven en juego la eficacia de su desempeño, su prestigio personal y profesional, y sobre todo, sus puestos designados, y reaccionan de inmediato como un resorte, enderezando cualquier entuerto o desaguisado que se haya podido cometer.
Estos hechos ponen de relieve la descarnada falta de servicios que aún adolecen muchas, demasiadas, de las instituciones oficiales, que si bien ya son en general bastante indiferentes con el ciudadano medio, aún lo son más, hasta el punto de llegar ser inhumanas, con la gente que no tiene dinero, ni recursos, enllaves, amigos, o influencias, porque como dice el dicho, aquí, el que no tiene padrino difícilmente se bautiza.
Por cierto, sugerimos también que las oficinas del DEDEDE consistan en un edificio con numerosas cabinas radiales que reciban a las denuncias en directo y las difundan a las cuatro equinas de la nación, para que todo el mundo, y en especial los Presidentes de la República, puedan escucharlas. Seguro que la eficacia de nuestras instituciones mejorará hasta el punto de ser modélicas en todo el planeta. Y las emisoras que no se preocupen por la competencia, tenemos tantos Desvalidos, Desgraciados y Desatendidos, que hay espacio para todos.