El mundo es tan cambiante y los saberes son tan al tiempo, como dijera Baltasar Gracián, que está demostrado que en esta vida todo es posible.
Soñar con el hecho de una normalización de relaciones entre Cuba y EE. UU. era, hace 3 años, un planteamiento descabellado, hoy, la metamorfosis cubana se ha producido nueva vez y, sin detenernos en el análisis de si es para bien o para mal, o si hay un nuevo «fin de la historia»…, es un hecho consumado la reinstalación de las relaciones diplomáticas entre los enemigos más férreos del Continente Americano.
Trayendo este cambio táctico de los cubanos a terreno nuestro, tiene sentido la cuestión, ¿Cuándo llegará a la izquierda dominicana y a las organizaciones liberales y de avanzada de nuestro país la tan necesitada metamorfosis?
Nadie puede negar que la figura de Guillermo Moreno se ha consolidado en la psiquis de cambio de una minoría importante en la República Dominicana, así como tampoco puede negarse el hecho de que la intención de cualquier partido político o ideología es instalarse y fraguarse en la conducción del Estado.
Resulta preocupante, para la parte política de nuestro suelo que sigue necesitando y añorando el cambio de rumbo político y de nación, que nueva vez exista la posibilidad de aborto de este anhelo dada la incapacidad de quienes tienen en sus manos el momento histórico de hacer avanzar la construcción de una alternativa política real en el país.
Se puede observar como Guillermo Moreno y su equipo siguen enquistados en la posición de no pacto y alianza circunstancial con el PRM, lo que es muestra de haber aprendido poco de los procesos actuales de cambio de táctica que lideran las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ahora el titán socialista del Caribe Insular. Mientras, en pleno desarrollo de estos hechos, organizaciones políticas ínfimas que no tienen posibilidad electoral alguna, como sucede con el Movimiento Patria para Todos (MPT), repiten la niñada de lanzar un proyecto electoral nacional cuando la simple lógica política ordena evidentemente otra cosa.
Lamentable es tener que admitir que, de mantenerse el panorama político actual, el estancamiento del PRM y el no cambio de táctica por Alianza País y Guillermo Moreno, no habrá cambio el 16, ni avance del sector progresista y de izquierda en la utopía realizable que consiste en llegar a tener el poder político en nuestra nación.