Es importante que la población dominicana conozca que en los centros educativos públicos del país no hay libros de textos, a una gran parte no le han llegado los registros, que es el libro donde cada docente lleva el registro de sus estudiantes, no está llegando el dinero de descentralización destinado a cubrir las necesidades más elementales de los centros, como son:
Materiales didácticos, papel de baño, un botiquín básico para atender situaciones de emergencia de salud de los estudiantes. En las escuelas de tanda extendida no se mejora la calidad del almuerzo, no se nombran los talleristas y/o monitores por lo que estudiantes y maestros/as tienen que cargar con 8 pesadas horas de docencia en aula sin ninguna posibilidad de innovar y crear, pues la escuela ha sido convertida en una especie de centro de reclutamiento donde lo único que a la autoridad importa es mantener cautivos a loa jóvenes con la usencia plena de los componentes curriculares que permita n su desarrollo integral y para hacer llegar vía la escuela y la familia su plan de indignidad de las migajas que constituye su política de clientelismo.
A pesar de esta realidad el Ministro Navarro se despacha con una medida cosmética anunciando con bombos y platillos el cambio de uniforme de los/as alumnos/as obviando que la escuela debe ser atendida por prioridades.
¿A quien rinden cuentas las autoridades educativas de la inversión de los recursos del pueblo?
¿Qué nuevo negocio es este que de seguro hará nuevos millonarios?
Esta medida se enmarca dentro de una política del bulto, del pantalleo y del despilfarro del dinero del 4% que conquistó el pueblo en las calles, y la dirección nacional de ADP encabezada por el oficialista Eduardo Hidalgo, bien gracias.