La insesante actividad política que ha dominado la vida de los dominicanos en los últimos tiempos, tomará un receso de cuatro años.
Conocidos los resultados de las recién pasadas elecciones del 20 de mayo, se impone la necesidad de que el país retome sus jornadas productivas para salir adelante.
La agitación política constante distrae y quita impulso al proceso de desarrollo.
Por eso es importante que haya una tregua en esta actividad que cada vez pierde más brillo y contenido.
Esa pérdida de contenido se produce a partir de que la política ha pasado de ser una práctica social humanizante a lo que es ya una actividad empresarial de evidente rentabilidad económica.
Por esa razón los grupos dirigenciales alcanzan y exhiben las mayores bonanzas, mientras la mayoría de la población languidece en la marginalidad.
EL JAYA aspira y demanda que en estos cuatro años de receso se le dé sentido de humanidad a la política poniendo en marcha el proceso de construir el llamado proyecto de nación.