Aunque es uno de los pueblos más jóvenes fundados bajo el dominio colonial español, San Francisco de Macorís es una de las comunidades de mayor progreso material y dinámica social de República Dominicana en los actuales momentos.
La fertilidad de sus tierras, su ubicación geográfica y la multiplicidad de las actividades productivas que desarrollan sus habitantes constituyen factores puntuales que sirven de soporte al vigoroso crecimiento que registra San Francisco de Macorís en la actualidad.
Respecto a la fundación de la ciudad del Jaya, el historiador santiaguense licenciado Edwin Espinal Hernández afirma que “la mayoría de las ciudades dominicanas no cuentan en sus anales con documentos que comprueben su fundación ya que la naturaleza de su aparición hizo imposible legar un testimonio escrito”.
“Sin embargo” -afirma Espinal Hernández- “San Francisco de Macorís constituye una excepción a esta particularidad de nuestra historia municipal, ya que existen varios documentos de los cuales es posible extractar aspectos de la trayectoria de la que luego llegaría a ser la tercera ciudad de la República”.
Agrega que el primero de esos documentos se tiene como el “Acta Fundacional” de San Francisco de Macorís pues se trata de un acto auténtico levantado por el escribano público y de cabildo (notario) Dionicio de la Rocha, el 20 de septiembre de 1778 en el paraje nombrado el Rincón de San Francisco junto al río Jaya”.
En otras palabras, San Francisco de Macorís conmemora este sábado 20 de septiembre, el 225 aniversario de su fundación.
Ciudades como La Vega, Cotuí, Azua, Puerto Plata y Santiago ya cumplieron o cumplirán próximamente sus 500 años de fundación.
Sin embargo, el historiador Espinal Hernández sostiene que “del día de la entrada de esas ciudades a la Historia no se dispone de prueba alguna, aunque se ha querido sugerir que la fundación de estas comunidades se produjo en las fechas dedicadas a honrar a sus santos patronos”.
A diferencia de las ciudades del Sur y del Este del país que en época de la colonia y durante cientos de años posteriores sus habitantes se dedicaron al corte anual de maderas y cría de ganado, lo cual forzaba a la mayor parte de la población a vivir en la pobreza, en San Francisco de Macorís se cultivaban numerosos rubros agrícolas que mantenían permanentemente ocupados a los miembros de las familias con el consiguiente impacto en la economía.
Es decir que mientras en aquellos lugares la gente tenía que esperar la zafra para trabajar en las propiedades de los grandes terratenientes sin aprovechar el llamado tiempo muerto, en San Francisco de Macorís las gentes se apropiaban de terrenos comuneros que ponían bajo cultivo en forma contínua como tabaco, arroz, yuca, cacao y café, entre otros.
Hoy día y desde hace más de 30 años San Francisco de Macorís es el eje de la vasta subregión noreste que comprende las comunidades costeras de Samaná, Sánchez, Las Terrenas, Nagua, Abreu, Cabrera y Río San Juan y las ciudades mediterraneas Salcedo, Tenares, Villa Tapia; Cotuí, Fantino, La Mata y Cevico, que se destacan por sus atractivos turísticos, explotación agrícola y ganadera, remesas desde el exterior, comercio y ejercicio profesional de las diversas disciplinas del saber.