El futuro es la parte del tiempo que más fascina al ser humano, aunque es desconocido e incierto. Esta es la principal razón por la que comienza la cadena sucesiva e interminable de los “entonces”. La trayectoria de tu vida por una madre protectora inicia su cadena. Cuando dé sus primeros pasos “entonces” le compraré sus zapatos en piel; cuando lo inscriba en la escuela “entonces” tendré más tiempo para terminar mi carrera; cuanto termine el bachillerato “entonces” ira a tal o cual universidad, cuando lo vea ser un profesional “entonces” estaré mas tranquila, cuando se case “entonces”, cuando tenga sus hijos “entonces”.
Se puede notar que sin darnos cuenta apostamos al futuro, antes bien que una verdadera planificación, en especial porque no se toman en cuenta los posibles imprevistos que puedan surgir en el trayecto hacia la meta propuesta, que regularmente por los famosos “entonces” es interminable.
Los “entonces” son tantos que se nos olvida una parte muy importante que debemos vivir a plenitud y es el presente. Este puede proporcionarnos gratos momentos, inolvidables encuentros, conversaciones dignificantes, y el aquí y ahora, pero “entonces” ocurre lo inesperado. Otra cosa que en esa cadena de “entonces” ocurre es que programamos esa futura generación para que continúe de entonces en entonces. Un ejemplo es el de los nietos, luego que se casan nuestros hijos. Se llamará, fulanito o sutanejo, estudiara en X o Y escuela, porque entonces y solo entonces se logrará materializar lo que se pensó para el futuro.
Cuando se llega a cierta edad los “entonces” dejan de tener tanto significado, pues se apela a lo sensato y lo razonable. Es cuando en realidad nos damos cuenta del tiempo perdido en busca de ese futuro incierto y de lo corta que es la vida cuando no vives el presente para priorizar un futuro al que no sabe si llegará. En modo alguno queremos expresar que no tenemos visión hacia adelante, antes que eso recomendamos ser objetivos, porque lo más seguro que tenemos es un maravilloso presente para disfrutarlo en cada etapa, dando pasos firmes. Jamás olvidar lo incierto e inseguro del futuro por la interminable cadena de “entonces”, ya que esta condicionante nos puede amargar y deprimir si no vemos realizado nuestros más profundos y anhelados sueños.
Finalmente acojamos para nuestra enseñanza una frase celebre de Confusio quien dijo: “si un hombre sabe que hacer y no lo hace “entonces” esta peor que cuando no lo sabia. Sabemos que hacer, rompamos la cadena, vivamos el ahora y disfrutemos al máximo cada instante porque el futuro no lo vives en el presente.
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