No sé si en algún momento de tu vida te ha tocado experimentar el siguiente escenario: has recibido una palabra de Dios, activas tu fe y estás listo para ver a Dios obrar de manera sorprendente en tu vida… Pero inmediatamente como un plan armado en el mismo infierno en ese justo momento todo empieza a volverse en tu contra al punto de que es todo menos lo que Dios te dijo que sería… Si conozco el sentimiento.
Y es que hay cosas que vienen en momentos específicos de nuestras vidas para dañar nuestra fe, pues esta es la que nos hace crecer mientras nos acercamos a las promesas de Dios.
Lo que quizás no sepas y hoy quiero que comprendas es que este tipo de situaciones son las que nos llevan a mostrar si estamos listos para recibir lo que Dios nos ha prometido y si estamos listos para gobernar ya que este es el propósito que volvamos al plan original.
La palabra de Dios dice en Génesis 1:26 “Y dijo Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo): “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.”
El hombre fue diseñado para ejercer gobierno junto con Dios, pero en la primera área en la cual tenemos que ejercer ese gobierno sobre nuestra vida dejando atrás todo el temor que heredamos y lleguemos a convertirnos en testimonio.
Es por esto que no podemos ni debemos adaptarnos a lo que estamos viviendo actualmente ya que la realidad de Dios no están sujetas a las circunstancias sino a sus promesas es por eso que debemos enfocarnos o concentrarnos en alcanzar un nuevo nivel de fe para así obtener todo lo que Dios nos ha prometido.
Nuestro enemigo conoce muy bien su asignación que es robarnos nuestra fe, la nuestra es guardarla , esto fue lo que el apóstol Pablo dijo a su discípulo Timoteo: 2 Timoteo 4:7 «He luchado por obedecer a Dios en todo, y lo he logrado; he llegado a la meta, y en ningún momento he dejado de confiar en Dios.”
¿Sabías que nuestra fe puede ser contaminada? Cuando dejamos entrar a nuestra vida la crítica, la murmuración y la falta de sujeción. La fe en nosotros es como una semilla que debe crecer y así como en la naturaleza una pequeña planta debe ser podada y se debe arrancar del terreno toda maleza que le impida crecer, así mismo debemos arrancar de nuestra vida esas actitudes que no permiten que nuestra fe crezca pura y sin alterarse.
Nuestras confesiones tienen un rol importante ya que estas logran junto a nuestra fe cambiar aquello que en nuestras fuerzas naturales sería imposible lograr.
2 Corintios 4:13 «Yo confié en Dios, y por eso hablé.» Pues nosotros también confiamos en Dios, y por eso anunciamos la buena noticia.”
Por consiguiente es vital que entendamos que ignorar algo no lo hará desaparecer, al contrario seguirá creciendo hasta convertirse en un problema mayor, y este es el error que muchas personas a diario cometen, creen que ignorando al diablo y sus planes están libres de sus asechanzas, cuando en realidad esta actitud los hace presa fácil de todas sus maquinaciones. En realidad él es quien tiene retenido todo lo que te pertenece hasta que demuestres la madurez necesaria para recuperarlo.
El gobierno es la capacidad de controlar lo que está en tu ambiente, cuida lo que sale de tu boca y lo que declaras.
El gobierno de Dios es un gobierno absoluto, por eso Él puede hacer lo que quiera, El solo necesita una confesión de tu boca para comenzar a trabajar en ti. Por eso primero debemos creer y luego confesarlo con nuestra boca. La responsabilidad de que pase es de Dios, pero la responsabilidad permitir que pase en tu vida es tuya.
Espero que con lo que hemos compartido hoy tengas las herramientas necesarias para fortalecer tu relación con Dios y ver la fe de una manera diferente, bendigo tu vida y la de los tuyos en el nombre de Jesús.