Durante once años se ha realizado el torneo (en los años 70 y parte de los 80 del siglo pasado existió una liga independiente con gran nivel en el Cibao). Cuando nos referimos a relanzar carreras, por ejemplo, Bartolo Colón, el fenecido Andy Marte y Joel Peralta, participaron en la LVC antes de retornar a MLB. Miguel Gómez y Darío Álvarez fueron Grandes Ligas gracias a esa liga y la semana pasada José Cisnero retornó a las Mayores, tras un 2018 en la liga veraniega.
La Liga de Verano está compuesta por los campeones Granjeros de Moca, Arroceros de San Francisco, Andulleros de Santiago, Indios de La Vega, Tabaqueros de Bonao y Tiburones del Norte (Puerto Plata). Se jugarán 10 partidos por equipos en la serie regular, una semifinal o round robin de seis juegos por novena y una final pactada al mejor de cinco encuentros.
Juan Francisco, líder histórico de jonrones de la LIDOM, encabeza la lista de peloteros de renombre accionando en la LVC. En los últimos dos campeonatos han estado presentes Carlos Paulino, Michael Martínez, Raul Valdés, Jaison Aquino, Eugenio Vélez, Miguel Gómez, Willy García, Rafael Ynoa, Ángel Castro y Ricardo Nanita.
Diego Goris, Juan Pérez, Deibison Romero, Nefi Ogando, Jefry Pérez, Abel De Los Santos, Gabriel Arias, Édgar García, Juan Grullón y Joel De La Cruz han accionado en la LVC del año pasado a esta parte . La mayoría son jugadores con experiencia de Grandes Ligas, de nombres sonoros y todos son peloteros que han cumplido un rol importante en el otoño- invierno.
Tres elementos deben ser claves para mejorar el nivel de la liga: adecuar los estadios, sobretodo el terreno de juego; mercadear o vender el evento a otro nivel y mejorar el salario de los jugadores. Con esas garantías, más que nada un buen salario, los peloteros de nuestra media isla no irían a las ligas independientes de USA a jugar por centavos y a pasar las mil y una.
La LIDOM debe aprovechar la presencia de jugadores importantes en el torneo regional, pues la Liga Dominicana de Béisbol Profesional tiene suficientes recursos económicos, no solo para colaborar con el torneo, sino para asumir con toda responsabilidad el manejo del evento cibaeño.
Durante más de dos meses esos jugadores se ganan algunos pesos y además se mantienen en forma previo al torneo invernal, por tanto es una buena oportunidad para que LIDOM mire de frente, no con la rabiza del ojo, la Liga De Verano del Cibao, a sabiendas que cada día se cierra más el cerco a los prospectos de las Menores y a los millonarios de Grandes Ligas no les interesa jugar invierno.