El médico como humano puede cometer algunos errores al momento de tratar a un paciente, sea por desconocimiento de su arte o por una falta de previsión en su ejercicio profesional.
Por principio general se sabe que el médico no está obligado a curar o sanar al paciente, pero si está obligado a comportarse diligentemente para alcanzar un buen resultado. Y es precisamente la inobservancia de algunos procedimientos y protocolos que este profesional debe observar en el ejercicio de sus funciones, que podrían conllevar a una mala práctica médica, y muy precisamente la ausencia de obtener un consentimiento informado del paciente, o hacer una historia clínica inadecuada, porque esto podría conllevar una mal diagnóstico y un mal diagnóstico podría incidir en un tratamiento inapropiado.
La mala práctica médica (o negligencia médica) surge cuando el médico, u otro profesional de la salud, hospital o centro privado u otra facilidad de cuidados de salud, no atienden a alguien de acuerdo a los estándares aprobados en la profesión médica, y como resultado, esa persona sufre daños, se enferma, o su condición o enfermedad empeora.
El paciente o damnificado que alega mal práctica médica tiene que demostrar frente al tribunal en que consistió la mala práctica del médico para que entonces el tribunal pueda encontrar culpable a ese profesional o al centro de salud.
No es necesario que el médico haya cometido una falta grave para que comprometa su responsabilidad civil, una falta ligera es suficiente, siempre que exista un vínculo entre esa falta y el daño.
Para que la víctima pueda prevalecer en un caso de mala práctica médica, debe probar lo siguiente:
- Que estaba bajo el cuidado de un médico;
- Durante el transcurso de aconsejarlo, diagnosticarlo o tratarlo, el médico actuó erróneamente, en vez de haber ejercido como lo hubiese hecho un médico especialista; y
- Como resultado, usted sufrió daños, se enfermó, o su condición empeoró.
Ejemplos:
Tratamiento inapropiado:
Un médico le dice que usted se fracturó una pierna pero no le pone el yeso adecuadamente. La fractura no sana bien, causándole problemas al caminar.
Lesión durante el parto (a la madre o al bebé):
- Un obstetra no maneja adecuadamente la cabeza del bebé durante el parto, causándole Parálisis de Erb (Erb’s Palsy).
- Un obstetra se equivoca al no recomendarle una cesárea a la madre – la madre sangra profusamente durante el parto, causándole un derrame; y el bebé sufre daños al cerebro, como resultado de la falta de oxígeno.
Errores con recetas:
- Un doctor lo diagnostica correctamente, pero le receta el medicamento equivocado, agravando su condición
- Un doctor lo diagnostica correctamente y le receta el medicamento que, de ordinario sería el medicamento adecuado, pero no se da cuenta que usted es alérgico a ese medicamento -según se desprende de su expediente médico – y le causa una reacción grave.
Error en el diagnóstico:
Un paciente visita a su doctor debido a una molestia grave en su garganta. El médico le da un tratamiento para faringitis estreptocócica, pero no le recomienda una biopsia de un tumor sospechoso. Usted visita a otro médico con la misma queja, le hace una biopsia y le diagnostica cáncer
Falta de seguimiento:
Usted sufre un infarto o ataque al corazón leve, pero el doctor no le da el seguimiento adecuado, y dicha omisión le causa un segundo ataque al corazón severo – tan severo, que ahora usted necesita un trasplante de corazón.
Errores quirúrgicos (cirugía):
- Un paciente se somete a una cirugía menor de cataratas, pero el doctor utiliza un procedimiento incorrecto, causándole ceguera.
- Usted va al hospital para la remoción de varios pólipos en el colon, el doctor le deja uno y un año más tarde le diagnostican cáncer en el colon.
- Usted coordina una cirugía para la amputación de un dedo infectado en el pie y el cirujano, por error, le amputa la pierna hasta la rodilla.
- Un paciente se somete a una cirugía, pero los doctores le dejan una esponja dentro de su cuerpo al cerrar la herida, causándole una infección.
Omisión de informar los riesgos de un procedimiento específico
Todos los procedimientos médicos conllevan ciertos riesgos. Los médicos tienen la obligación de advertirle sobre los riesgos de un procedimiento, de manera que usted pueda dar un consentimiento informado. Cuando el doctor no lo hace, y usted sufre el riesgo asociado con el procedimiento, usted puede demandar por mala práctica, si usted prueba que, de haber sabido el riesgo, usted no se hubiese sometido al procedimiento. Por ejemplo, si usted es diagnosticado con cáncer de la próstata, existen varias opciones para tratarlo, incluyendo la prostactetomía. Usted le dice al doctor que no quiere ese tratamiento pero él lo convence, por ser la mejor opción. Algunos riesgos de la prostatectomía incluyen la incontinencia y la impotencia. El médico no le informa sobre estos riesgos antes de la cirugía, y luego de la misma, usted desarrolla incontinencia.
El médico está en el deber de advertir al paciente los riesgos a que se sometería, por ejemplo, si un paciente es informado acerca de una cirugía donde el médico le dice que esa intervención quirúrgica es necesaria para su salud, pero que tiene un 80% de quedar incapacitado para caminar si somete a la cirugía. El paciente sopesa los beneficios y los riesgos para someterse a la intervención, pero que no someterse a la cirugía podría ser mortal.
El médico además debe explicar los riesgos ordinarios de un tratamiento clínico o quirúrgico pero también los personalizados del paciente. Así no sería lo mismo hacer una intervención quirúrgica a un paciente hipertenso y diabético y que tenga otras complicaciones que lo hagan merecedor de unos cuidados más estrictos.
La mal praxis médica es lo contrario a la buena práctica médica, y puede ser cometida tanto en el ámbito del sector público como privado, siendo así comprometerían su responsabilidad civil, los médicos actuantes y el centro si es que se le puede retener una falta aunque sea ligera.