El Núcleo de Escritores de la Región Nordeste tiene el honor de publicar el ensayo literario de la escritora Martha Villa.
Erotismo: elemento silente en el libro de cuentos Entre dos silencios de Hilma Contreras
Por Martha Villa
El rol de la mujer ha sido tema de discusión que al parecer no tendrá forma de llegar a su fin. Que una mujer escriba o sea independiente le cuesta el hecho de ser tildada de feminista o algo que hoy catalogan como su sinónimo, lesbiana. Es un precio justo si se tiene en cuenta que al final del camino, se es libre de accionar y el qué dirán en la distancia se escucha menos.
En la época en que Hilma Contreras dio a luz sus primeras obras literarias, aun se podía palpar las cadenas de un régimen dictatorial que sumió en agonía nuestro pueblo; sin embargo, a pesar de que por convicción la escritora prefirió no involucrarse políticamente ni enfrentar el régimen, esta fue afectada como todos los intelectuales de esos tiempos. Descontento que Contreras prefirió ahogar con los frecuentes viajes por Europa logrando cultivarse intelectualmente en este vaivén.
Claro que no todo dominicano podía darse el lujo de ir por Europa mientras un dictador guiaba los senderos del país, no obstante, la escritora contaba con un generoso estado económico y el prestigio de su padre, el Dr. Darío Contreras, conocido médico francomacorisano, proveniente de buena familia y quien apoyaba los deseos fieros de su hija de ir fuera del país a educarse.
El libro de Hilma Contreras “Entre dos silencios” se logra publicar gracias a la autorización de su albacea literaria, Ylonka Nacidit Perdomo. La finalidad del siguiente estudio es encontrar aspectos semióticos en los cuentos de Contreras del cual podríamos inferir si hace honor al sobrenombre con el cual se le reconoce a la autora en los círculos sociales de su ciudad natal donde solían llámale: Escritora silente. Nuestro norte está centrado en encontrar no un simple aspecto cotidiano de la autora, sino los que representan los círculos silenciosos subconscientes de Contreras, un elemento donde miedo y mujer son una misma forma.
Se puede palpar que en cada narración Contreras deja caer estaciones minúsculas en prosa poética manejada de forma diestra y con una singular belleza, un uso adecuado de erotismo, y la crítica al papel impuesto a la mujer como elemento principal y silencioso. Por lo general, al finalizar las historias, se desvían prodigiosamente hacia un final inesperado y sorpresivo, con lo cual la escritora deja sin palabras al lector y con un dejo de ¡Qué vaina hizo! En la punta de la lengua.
El manejo de lo fantástico en la prosa de Contreras, viene siendo el ala tejedora de la historia, el mástil que va de viento en popa rumbo a lo desconocido y que entre estos telares, deja a la vista un aspecto personal de la autora incrustado como laca sólida en su creación: el erotismo. Este elemento manejado diestramente, que se encuentra de forma literal y como un silencio gritado a dos voces: una voz de los personajes, y otra más enfática de la escritora.
Contreras (2008) en el cuento Plenitud inicia con una frase interesante que dice: “Silencios antes de nacer/silencio después de morir/vivir anhelante entre dos silencios”. Estas palabras nos llevan a pensar que la mujer que tanto calla, la que tanto dolor le ocasiona el silencio, es la misma que abre la ventana y deja que todos vean lo que esconde en sus más oscuros deseos, es el fuego que la quema, que sella sus labios y la hace esconderse.
Barrios (2010) hace el primer reconocimiento a la escritora francomacorisana en el cual defendió y destacó sus atributos al definirla como: una de las escritoras dominicanas más importantes del siglo XX. En el artículo también se manifiesta que Contreras es la primera escritora de cuentos del país, y que, en los registros históricos de la literatura dominicana, tanto ella como el profesor Juan Bosch, son los iniciadores del cuento en el país.
Los cuentos de Hilma Contreras a diferencia de Bosch, cuyos cuentos se ven enfocados en zonas rurales, son cuentos citadinos, cuentos contextualizados en la ciudad natal de la autora y que envuelven situaciones que tienden a vincularse con la vida de su creadora, en una realidad muy especial, la que entraña aspectos psicológicos en los personajes y que la autora embellece con una prosa poética maravillosa.
El libro contiene 16 relatos breves y los mismos están escritos por un narrador en tercera persona. En la mayoría de ellos, encontramos elementos que conectan cada cuento como si era la intención de hacerlo, como en los casos del cuento La cabellera donde el farmacéutico era el personaje central, y luego en el cuento Cumpleaños de Vitalina, en el primer párrafo encontramos que la escritora describe al farmacéutico de la misma forma.
Confluencias semánticas en cada cuento la encontramos en el pelo descrito casi siempre como: largo, abundante; como en el caso de cuento Plenitud donde lo describe como: espuma flotante, largo pelo sin color donde al llegar la muerte, se libera el yugo de lo jamás dicho. Y esto se repite continuamente como en el caso del cuento La espera donde Josefina y Lucía también entrañan un silencio compartido. Este cuento inicia: “Estaba sumergida en el silencio como en un baño de frescura sin límite”. ¿Qué nos dice aquí la autora? Pues que estar silente era una forma de sentirse poderosa, de tener poder sobre sus deseos y sentirse en una especie de catarsis.
En el cuento La cabellera, es donde encontramos más detallado el elemento erótico en los cuentos de Hilma Contreras en donde vemos que el personaje central es Luciano un farmacéutico que se obsesiona con la cabellera de una jovencita. Navidad, la niña, lleva su abundante y larga cabellera suelta por la espalda, hecho que el farmacéutico critica, por entender que en el calor sofocante no es bueno llevarlo así. Es tanta la obsesión que soñaba con ella en donde la veía de noche sentada en su balcón desnuda y que el iba tras ella para besarla, pero que su abundante pelo lo enredaba al punto de quererlo asfixiar; al despertar, este estado de excitación lo angustia al grado que se lanza sobre su mujer a la cama desbordante de lujuria.
Cumpleaños de Vitalina, es también un relato en donde está claramente retomado el elemento erótico. Inicia con la joven que regresa a casa del trabajo y se encuentra con el detestable farmacéutico (aquí se enlazan con el cuento de La cabellera y su personaje central) quien insiste en su tema sobre el calor y las altas temperaturas. Una vez en casa, recibe una llamada telefónica donde un hombre le pide excusas por las molestias que su muerte le ocasione, cosa que ella con sarcasmo le dice que muera feliz y cuelga el teléfono despreocupada.
Para relajarse decide escuchar una grabación con la voz de John que le habla sobre felicidad y dicha, la voz del grabador la excita al grado que imagina al narrador a su lado acariciándola. Perdida en este delirio erótico, en un momento escucha el disparo de un revolver, pero está tan concentrada en su mundo imaginario, que decide obviar este hecho y continua con su amante desbordada en la pasión.
Percibe que el grabador paró y sale a regañadientes de su estado lujurioso. Es cuando nota que hay un temblor de tierra y busca salir del apartamento que está en el cuarto piso. Mientras baja, recuerda a su vecino suicida, y tira un ojo hacia su apartamento, es cuando ve entre cosas tiradas el cuerpo de un hombre tirado en el piso. Se acerca a este y horrorizada ve que es su John quien está muerto.
Finalmente, Hilma Contreras describe cómo fue su vida y los escenarios urbanos donde ella vivió en su pueblo. En la mayoría de sus cuentos, deja ver esa jovencita de pelo largo y suelto permitiendo descifrar que es una personificación de la autora. Ese pelo largo y suelto, nos refiere sobre el hecho de que ella a pesar de las limitaciones de su época era una joven que tenía pensamientos libres y que actuaba según sus deseos.
El aspecto de erotismo está constantemente marcado en el libro Entre dos silencios de Contreras: como el farmacéutico queda hechizado ante la larga melena de la hermosa joven que es su vecina, tanta es su inquietud, que un calor insoportable le agobia, al punto de que hasta sueña envuelto en los brazos de la muchacha, y al despertar aun viviendo las secuelas de ese sueño lujurioso, se abalanza sobre su mujer. En el Cumpleaños de Vitalina, también se describe la pasión desbordante que envuelve a la joven con tan solo escuchar la voz de John desde la radio.
La manera en que ella utiliza frecuentes personajes de jóvenes mujeres, las que describe como hermosas y sensuales, nos refiere a una aparente necesidad perdida, es como si fuera una marca que lleva a rastras, un dolor ante esa belleza jovial del pasado, que debió dejar sus propios anhelos escondidos tras batidores de una sociedad conservadora, crítica y verdugo del cómo actuar de la mujer.
Otro elemento que aclara más este comentario es la sobriedad de los personajes: siempre ensimismados en sí mismos, egoístas que no sienten compasión ni les afecta dolor ajeno, seres que se sienten cómodos en su soledad y en su silente vivir y que no desean que nadie viole su burbuja personal. Estos hechos arriban a entender la personificación misma de los deseos más profundos de la escritora: vivir sumergida en su silencio, callada para que nadie jamás pueda ver las razones por las que sus personajes eran jóvenes hermosas de larga cabellera suelta, libre de esa sobriedad humana que nos encarcela, que no nos deja fluir.
Referencias bibliográficas.
- Contreras, H, (2008) su obra Entre dos silencios; editorial Santuario, Rep. Dom. Primera edición, pág. 9; publicación autorizada por la albacea literaria de la autora, Ylonka Nacidit Perdomo.
- Barrios R.; S (2010) A 100 años de silencio: homenaje a Hilma Contreras; revista Ceiba, Vol.9, Numero 1, articulo.
https://revistas.upr.edu/index.php/ceiba