Por lo general, el ser humano es proclive a crearse ideas y pre-conceptos de los demás.
Esto puede parecer un tipo de comportamiento que a simple modo forma parte de la cotidianidad, en el que la mayor parte de las personas tienden a vivir el calendario de la vida de otros, sin tomar en consideración el respeto a la dignidad y a la privacidad que como todo ser humano merecemos.
Cada uno es responsable de lo que está generando en el seno familiar, en su entorno/barrio, ciudad y en el mundo. En función de esto, veremos resultados que nos dirán de manera clara, queramos o no, si estamos haciendo bien o mal.
Cuando juzgamos no solo hacemos esto, sino que también, nos auto convertimos en jueces, sin tener el derecho a serlo (administrando los problemas del prójimo, sin aportar soluciones a los mismos), caemos en la crítica, perdemos calidad como personas. NO LO HAGAS, tú no sabes lo que está viviendo el otro, o la situación por la que está atravesando esa persona en un momento determinado y que visto desde tu posición puedes dar lugar a un perfecto equivoco.
Una de las formas de entender, en parte a otros, es colocarse en la misma situación, porque para comprenderlo mejor, es necesario vivirlo, es de ahí el dicho popular ¨Colócate en sus zapatos y veras si aprietan o quedan grande¨. NO JUZGUE. Somos llamados a no practicarlo e invitados, antes de juzgar a alguien, hacerlo con nuestros propios pensamientos y acciones, solo así nos daremos cuenta que quizás no somos los más apropiados para juzgar a los demás.
El acto de juzgar es competencia de tribunal supremo, quien tiene la autoridad de deliberar acerca de la culpabilidad de alguno o de la razón que le asiste en un asunto y sentencia lo procedente.
Porque es prudente evitar juzgar?
1- Puedes saber el nombre de una persona, pero no su historia.
2- Posiblemente conozca de lo que ha hecho, pero no por lo que ha pasado.
3- Quizás sepas donde está, pero no de dónde viene.
4- Talvez lo vea sonreír, pero no sabes lo que ha sufrido.
5- Puedes verlo por fuera, pero no por dentro.
6-Ver su cara, mas, no su corazón.
7- Saber todo esto, no implica conocerlo.
NO SEAMOS JUECES DE LOS DEMÁS.
DEJA DE JUZGAR.
Debemos practicar con el buen ejemplo, creando valores positivos que sumen a nuestra calidad humana y a la sociedad en la que vivimos.