Pocos pueblos como el dominicano deben utilizar tantos nombres de animales para calificar las diversas maneras de ser de sus habitantes.Con mucha frecuencia, nos referimos los de nuestro entorno territorial, y como estos no son suficientes, hasta acudimos a los de otras latitudes.
Por ejemplo, el Pájaro. Los dominicanos lo utilizamos como un comodín para señalar animales extravagantes, feos o raros. Un diminuto mosquito puede ser un pájaro, de igual manera que lo es un elefante con enormes colmillos, trompa y orejas.
Recuerdo una persona al ver unos calamares con sus largas y extrañas patas dijo ¿y esos pájaros tan raros? El de Caballo es para denominar a las personas de gran fuste, liderazgo y trabajo, ¿Juancito? ¡Ese es un caballo haciendo esto o aquello! O inclusive se puede llegar a más, como en el caso del extraordinario músico Jonnhy Ventura, quién, por su energía, calidad y capacidad de producción, es conocido también como el Caballo Mayor.
Después viene el de León, para el que abusa de su poder y siempre quiere quedarse con la mejor parte, como sucede con la fábula de Ésopo, en la que el león, la vaca, la cabra y la oveja se fueron los cuatro a cazar, y cobraron como presa una hermosa cierva. El león dijo: la primera parte es para mí porque soy el león, la segunda igual, porque soy el más fuerte, la tercera parte también, porque soy el que más he trabajado y si alguien quiere la cuarta, tendrá que vérselas conmigo.
Otro, tenemos el de Tigre para nombrar a la persona agresiva, sin escrúpulos, que se devora a cualquiera vivo, sin echarle sal y sin siquiera eructar, y su variante más popular de ¨ Tíguere ¨ para los traviesos muchachos de barrio, capaces se comerse un gato en un sancocho acompañado de música y tragos.
El de Perico para señalar a quien no deja la lengua quieta….¨ ese muchacho o muchacha habla más un perico ¨, y el la misma palabra para el que le dejan a un lado plantado en un acto, una cita o un baile, porque…¨ se quedó como perico en la estaca ¨.
Un término curiosos es el de ¨ Culebro¨ que se aplica para las personas resbaladizas, con gran agilidad de maniobra para no decir ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Abundan mucho en los montes de la política, donde se dan verdaderos maestros en se difícil arte.
También está el de Culebra, empleado en ese descriptivo refrán de ¨ culebra vieja no cae en lazo ¨, refiriéndose a que la experiencia no se improvisa y los años tienen sus ventajas.
El Pavo, en la expresión de ¨ ese muchacho es un pavo ¨, y se usa para denominar al púber mitad inocentón, y mitad bobo, que comete tonterías propias de su edad. De una u otra manera, todos hemos sido pavos en algún periodo de nuestras vidas.
El Gato por aquello de que en situaciones dudosas ¨ hay gato dentro e´ macuto ¨ o sea que es un negocio nada claro.
El Gallo por eso de ¨ matar el gallo dentro de la funda ¨, quitando la sorpresa de algo, y su hijo el Gallito, para la persona medio peleona o peleona entera, o que se quiere lucir sobre todo ante el gallinero femenino.
El Chivo tiene mucho éxito en nuestro lenguaje cotidiano porque ¨ estar chivo ¨ es estar bronco, desconfiado y ¨ hacerse el chivo loco ¨ o en versión más docta ¨ el caprino desquiciado¨ para denominar al que se escabulle o se desentiende de algo.
Seguimos con eso de actuar o vivir ¨ como chivos sin ley ¨, que es como nos comportamos manejando en ciudad o carretera.
Por último citamos al Puerco, en el dicho campesino de ¨ puerco no se rasca en javilla ¨ sabiendo que el puerco tiene piel fina y con poca protección, y la javilla unas púas que puyan bien duro, es decir, no nos conviene meternos en ese asunto.
¿Por qué los dominicanos usamos tantos nombres de animales? La naturaleza es sabia, y la sabiduría popular, que también lo es, la copia. ¡Y lo bien qué lo hace!