El obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, dijo que “hoy tenemos muchos desafíos por delante, vivimos en un país y en una sociedad, donde la división y la intolerancia están patentizados”.
Monseñor Fausto Mejía Vallejo, al pronunciar la homilía en la misa que concluyó el año de la Fe, en Centro de Oración Monte Getsemaní, de esta ciudad la mañana del domingo 24 de noviembre, expresó que «los divorcios avanzan y los hijos quedan a merced del viento, el enriquecimiento y el afán por las cosas y el dinero lleva a muchos a no respetar ni siquiera a su propia familia».
Indicó que miles de jóvenes necesitan de una mano amiga, ya que el sistema educativo languidece y casi muere, el dinero del erario nacional se lo llevaron unos cuantos y por eso no tememos más fuente de trabajo y nuestros hospitales no tienen atenciones para los más pobres.
Agrego que «hay muchas personas que cada vez están lejos del Señor y lejos de si mismos, la inseguridad, la criminalidad, las drogas y la violencia contra la mujer parecen arroparnos».
El prelado católico, quien previo a la homilía, encabezó una multitudinaria caminata de feligreses que salió desde el parque Duarte y terminó en Getsemaní, aseguró que una nueva primavera espera por nosotros, por eso cuando veamos que los árboles comienzan a florecer y la brisa suave del poder del Espíritu Santo comience a inspirarlos e impulsarlos hacia una misión evangelizadora, entonces alégrense porque empieza la liberación.
“Entonces con toda propiedad podemos decir ¡Feliz Navidad!, porque Cristo ha nacido de nuevo, hoy, ahora y en este momento pude ser Navidad, permite que el Emmanuel nazca en ti de nuevo para que puedas entonar Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres y mujeres que ama el Señor”.