Nueva York – Miles de dominicanos residentes en esta Metrópoli se beneficiarán, si es aprobada, una propuesta del alcalde Bill de Blasio, la cual permitirá a los inmigrantes indocumentados contar con un documento de identidad otorgado por la ciudad que le permitirá usar varios servicios municipales.
Dicha iniciativa, que cuenta con el apoyo de la presidenta del Consejo Municipal Melissa Mark-Viverito, busca crear un documento de identidad municipal para que los inmigrantes indocumentados puedan beneficiarse de una acreditación del gobierno local.
Con el mismo podrán acceder con facilidad a derechos básicos que antes estaban fuera de su alcance por carecer de una identificación válida.
Entre los beneficios figuran poder rellenar reportes, presentar denuncias ante la Policía; permitir acceso a edificios municipales, no a edificaciones federales, para beneficiarse de sus servicios administrativos, como ayuda de vivienda o bibliotecas.
Asimismo, la ciudad buscará acuerdos para que entidades privadas acepten el documento para servicios financieros, como abrir una cuenta bancaria o firmar un contrato de alquiler y se intentará para puedan obtener descuentos en programas municipales y negocios adscritos a la urbe.
Sin embargo, no serviría para obtener una licencia de conducir, comprar alcohol o tabaco, ni está pensado para ser reconocido por agencias federales.
En los Estados Unidos se estima que reside 1 millón 500 mil dominicanos y de ellos alrededor de un millon reside en Nueva York, siendo El Bronx (más de 300 mil) donde se encuentra la mayor cantidad de criollos, seguido por Manhattan.
Esta medida, a parte de beneficiar a los inmigrantes indocumentados en la Gran Manzana, tambien beneficiaría a otras personas que tienen dificultades para obtener y retener un documento de identidad, como ancianos, desamparados o aquellos que hayan estado en la cárcel.
Nueva York no sería la primera ciudad en la Unión Americana en adoptar el documento de identificación universal, porque otras urbes, como New Haven, en Connecticut, y San Francisco y Oakland, en California, ya lo han implementado con éxito y con gran acogida de su población.
Los interesados en obtenerlo, independientemente de su estatus migratorio u otros condicionantes, tendrán que pagar una cantidad mínima para tramitarlo y su solicitud estará disponible en español.
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