Con frecuencia nos quejamos de que la Navidad actual no es como la de antes. Tampoco la de Jesús en Belén, fue la Navidad ideal. De hecho, es exactamente eso lo que narran los evangelios. Tenemos 2022 años tratando de ofrecerle a Jesús la Navidad que él se merece. En el contexto actual dominicano, ¿cómo explicar los contrastes existentes, para que se pueda comprender que Jesús nace, entre tanta confusión, también en esta Navidad?:
- La Navidad no es fiesta, sino es alegría, por Jesús que llega.
- La Navidad no es comida, es alimento, porque Jesús es el “Pan vivo bajado del cielo” (Jn 6,58).
- La Navidad no es sentir la lluvia ni el frío del invierno, sino el calor de los corazones.
- La Navidad no es celebrar largas comidas, con mucha bebida, comer dulces, cerdo asado, coquitos y telera, sino compartir con quien ha recibido menos.
- La Navidad no es un señor gordo, de barba blanca y vestido de rojo, es un niño tierno que nace.
- La Navidad no es ropa nueva, es abrigar al desnudo.
- La Navidad no es despilfarro y suntuosidad, es un niño acostado en un pesebre.
- La Navidad no es soledad, es familia: es Jesús, María y José, es papá y mamá que acarician y abrazan al hijo que llega desde lejos, al hijo enfermo, al hijo rebelde, al vecino que siempre está presente y es el primero que llega.
- La Navidad no es una fábula ni una leyenda, es la historia del Milagro de Belén.
- La Navidad no es recordar a un niño desafortunado que nace sin casa, sin comida y desnudo, sino que es recibir al Príncipe de la Paz.
- La Navidad no es propiciar guerras entre las naciones, conflictos entre las personas, sino que es la esperanza de un mundo en paz.
- La Navidad no es la periferia, los sin techos, los que piden los semáforos, los que mueren de frío y sin asistencia médica, es José y María que buscan un espacio dónde preparar la llegada del Salvador.
- La Navidad no es mirar la oscuridad que cubre el mundo, tampoco los bombillitos, arbolitos y fuegos artificiales, sino la Estrella de Belén que conduce los pasos e ilumina los corazones de los hijos de Dios.
- La Navidad no es el tiempo de los ladrones que acechan para robar y atracar, sino las noches de vigilia de los Reyes Magos que esperan una señal para traer regalos al recién nacido.
- La Navidad no son las bocinas que ensordecen, sino Jesús, la Palabra hecha carne (Jn 1,14), que resuena en nuestro interior.