Holanda es un país encantador que todos debiéramos visitar algún día. Desde el año 2005 la Real Academia de la Lengua oficializó a Holanda con el nombre de Países Bajos, quedando dividida en Holanda del Norte y Holanda del Sur. Aunque coloquialmente a los Países Bajos se le llama Holanda, sin importar cual de los dos nombres se nos ocurra utilizar su capital es Amsterdam.
Visitar la ciudad de Amsterdam, produce un efecto raro y a la vez emocionante por la razón especial de ver esta divertida ciudad, abarrotada de un turismo singular, que busca prostitución y consumo de Marihuana, protegido por un registro totalmente legal, contrastando este tipo de turismo con otras importancias culturales de la ciudad, como son el aporte de la belleza de sus canales y la cultura de sus dos grandes museos como son el Rijksmuseum con la exposición de grandes obras, destacándose “La Ronda de noche” de Harmenzoom Van Rijn Rembrandt (1606-1669) y el museo Vincent Vang Gogh (1853-1890) con sus famosas obras “Los Girasoles” y los “Autorretratos”.
Resulta que viajar desde Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) a Amsterdam en avión se toma apenas una hora y quince minutos, por lo que aprovechando la corta distancia y el bajo costo de los vuelos especiales (Law Cost ) los jóvenes “británicos” llegan en grupos los fines de semana a esta ciudad, atraídos por el consumo de marihuana de los famosos locales llamados “Coffe Shop” y por las meretrices del “Barrio Rojo”.
Los “Coffee Shop” se describen como unos locales distribuidos por todo el centro de Amsterdam desde el año 1972, existiendo en la actualidad más de doscientos locales. Se asemejan a un bar con sillas, mesas, un mostrador y un sanitario. Para visitarlo hay que ser mayor de 18 años y presentar un documento de identidad. La bebida alcohólica está prohibida. Se puede comprar hasta cinco gramos de marihuana por día, oscilando su precio entre €10 y €15 euros el gramo. Su apertura diaria es de las ocho de la mañana hasta la una de la madrugada.
Por otro lado, el «Barrio Rojo” es el emblemático barrio de la prostitución desde el año 1911, con más de trescientos locales abiertos, constituyendo una forma de prostitución pública, única en el mundo.
Las meretrices están en vitrinas, exhiben su cuerpo en un escaparate en ropa interior. La edad mínima para ejercer es de veintiún años y pagan impuestos al estado. Se llama “Barrio Rojo” porque los escaparates están iluminados con luces rojas de neón.
El cliente suele caminar por el barrio y elige a la chica que le gusta. El acto tiene lugar en una habitación pequeña, donde hay una cama, un armario y un baño. Una vez el cliente entra, la cortina se cierra, indicando que la chica está ocupada. Sus precios varían de €50 euros en adelante, según el servicio que quiera el cliente.
Como efecto de esta gran demanda turística juvenil de borrachera y sexo, desde el mes pasado los vecinos de Amsterdam han aumentado las protestas a las autoridades de la ciudad por los ruidos y destrozos que se producen en las calles.

Consecuentemente, el ayuntamiento encabezado por su alcaldesa Femke Halsem ha decidido prohibir el uso de marihuana de manera definitiva y trasladar el “Barrio Rojo” fuera de la ciudad. Del mismo modo ha puesto en marcha un despliegue publicitario en televisión, considerando personas no gratas a los jóvenes turistas “británicos” que llegan a Amsterdam a emborracharse.
Así está la ciudad de Amsterdam. Esperemos a ver que pasará en el futuro, en esa bella ciudad del placer y la cultura llamada “La Venecia del Norte.”