Cuenta la historia que grandes intelectuales como Karl Marx (1818-1883), Friedrich Nietzsche (1844-1900), Sigmund Freud (1922-2010), Albert Camus (1913-1960), Jean-Paul Sartre (1905-1980) murieron siendo ateos.
Entre los intelectuales de este siglo el más desafiante y temerario contra Dios y la biblia, fue José Saramago (1922-2010).
Este escritor Portugués quien de las 119 ediciones del premio Nobel de literatura, ocupa el número 94, asignado en el año 1998, es de los pocos escritores de esta época que de manera clara y atrevida habla en contra del cristianismo, expresado en el desarrollo de sus dos novelas : “El evangelio según Jesucristo” y “Caín”.
“El evangelio según Jesucristo”, causó revuelo en la iglesia católica por presentar a Jesucristo, viviendo con María Magdalena y su intento de escapar de la crucificción.
En la novela “Caín” Saramago habla de manera cruda, sobre la crueldad de Dios por haber matado a todos los niños en la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Las dos obras están caracterizadas por el humor refinado que le impregna el autor de “EL ENSAYO SOBRE LA CEGUERA” que fue su gran libro del Nobel de literatura. También fue condecorado con el premio “Gamoe” el más importante de las letras de su país y ganador también de más de 50 premios y homenajes por el mundo.
No obstante a eso, el periódico oficial de la Santa Sede, llamado “L’osservatore Romano” que da cobertura al Papa y a las grandes personalidades del clero del Vaticano, siempre arremetió contra el escritor, hasta el día de su muerte, llamándole “blasfemo, irreverente y populista extremo, considerado un hombre sin ninguna capacidad metafísica para entender la doctrina Cristiana” entre muchas y más contundentes aseveraciones y artículos periodísticos sobre su herejía.
Murió a los 87 años de una leucemia crónica y durante su dolorosa enfermedad nunca sintió arrepentimiento de su ateísmo.
En los premios y homenajes casi siempre terminaba los discursos en forma irónica , diciendo: “Estoy muy agradecido de Dios por haberme ayudado a ganar tantos premios”.