El mundo de los niños de hace 40 ó 50 años es diametralmente distinto al mundo de hoy. De niño andábamos a pie, a veces a caballo y en muy pocas ocasiones en vehículos de 4 gomas en condición de pasajeros.
Era alegre ir a la escuela con los cuadernos en las manos, en una funda o bolsa y el grupito de hermanos, primos y vecinos casi trotando para llegar a la hora señalada (8:00 a.m.). No íbamos a colegio caro y se estudiaba con los libros dejados por los más mayores mientras tuvieran enteros. Cuando había deterioro se reconstruían.
Nadie iba al psicólogo ni psicopedagogo, el que se “quemaba” repetía el curso.
Si la maestra nos aplicaba algún “castigo”, se escondía de los padres, porque si se enteraban…¡la otra!
Teníamos éxitos, fracasos, “libertad”, responsabilidad y aprendíamos a manejarlos. Y a nuestra humilde consideración el cultivo de estos valores, son los responsables de lo que somos hoy ya adultos.
Teníamos amigos, amigas, compadres, vecinos, es más; nos bañabamos todos juntos (hembras y varones) y nadie osaba mirar al del sexo opuesto.
Formábamos equipos de pelotas y los útiles nos los proporcionábamos nosotros mismos; los bates los hacíamos, igual que el trompo y la chichigua y los carritos los hacíamos de cualquier cosa que nos sirviera de ruedas.
No teníamos celulares, videojuegos, VHS, nintendo, computadora, televisión por cable, sonido, surround, comíamos gofio de maíz, majarete, chicharrones de cerdo, morcilla, chulito de yuca, canquiña de coco, trópico en el desayuno escolar, tomábamos agua de la tinaja y en ocasiones hasta del caño (cause) del río y nadie moría por eso; no éramos aburridos, ni tristes, nos divertíamos sanamente brincando la suisa, jugando a la escondida, el son son de la carabela; éramos felices y hoy somos padres satisfechos.
Los sábados íbamos al catecismo y los domingos tempranito a la santa misa. La misa de las 9:00 a.m., era para los “riquitos”. Cuántas cosas pueden decirse, pero el espacio no permite más.
Si fuiste parte de esta generación, comparte conmigo estas apreciaciones y hazla llegar a los más jóvenes, para que al ser padres progresen, estudien, se capaciten, viajen, se diviertan, pero no dejen sus retoños en manos pocos expertas.
Dediquen un buen espacio de tiempo al cuidado y orientación de sus pequeños. Mañana estarán satisfechos de sus hijos/as y serán padres satisfechos y felices.