La muerte nos sorprende a todos, nunca sabes el día ni la hora. así llego a mi hermano, el profesor de las matemáticas del politécnico Manuel María Castillo: Radhamés Valerio Polonia, con apenas 43 años.
Mientras, ese domingo 12 de enero, recién llegado el año 2025, iríamos, en familia, a nuestra comunidad natal, nos encontramos con la noticia, de la partida a la casa del Padre de nuestro amado hermano, el penúltimo de nueve.
Dios, es compasivo y misericordioso, pues en la pandemia, mi hermano estuvo a punto de perder la batalla contra el Covid-19, sin embargo, el Todopoderoso, quiso dejárnoslo por casi 5 años más, para que disfrutáramos de su compañía, de su arduo trabajo de enseñar matemáticas a los bachilleres del politécnico y de Prepara Padre Brea, sabatino, así para que, como una familia cristiana y unida, poder despedirlo como él lo había merecido: con los abrazos y la compañía de todo aquel quien le brindó su amistad, amor y cariño.
Por eso es propicia la ocasión para mostrar nuestros agradecimientos a Dios Todopoderoso, por la vida entre nosotros de Radhamés (Meco), mi Flaco.
Son tantas las personas que nos visitaron, desde la mañanita del domingo 12, hasta el 21 de enero 2025, cuando finalizo su novenario.
Su gremio: La Asociación Dominicana de Profesores (ADP), y sus compañeros de trabajo, tanto del Politécnico Manuel María Castillo, como de Prepara Padre Brea, sabatino, les agradecemos por los homenajes realizados a la memoria de mi hermano, pero, sobre todo, por el amor y compañerismo que tenían con él y el cariño y respeto de sus alumnos. A los maestros del liceo Juan Pablo Duarte y Paulina Valenzuela, a todos, les estamos eternamente agradecidos.
El Colegio Dominicano de Periodistas de esta filial Duarte, Círculo de Locutores y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, cuyos dirigentes nacionales se hicieron presentes. Nuestros abrazos fraternos.
Nuestros amigos del Club de Pedaleo, SFM, por estar siempre apoyando y ayudando en todo. A los abogados, agrimensores, jueces y fiscales, que también se solidarizaron con nosotros, gracias del alma.
A los sacerdotes: Luis Antonio, Neptune, Hannly, Kelvin, Luis María, Pelagio, Orlando Francisco, Camilo Levis y los seminaristas, con ellos también a los Diáconos y animadores de nuestra parroquia Espíritu Santo y de otras parroquias que nos acompañaron y nos apoyaron durante el novenario. A los hermanos en la fe, párroco y vecinos de mi hermana Esperanza, que, desde la capital, llegaron para unirse a nuestro dolor. Las Monjas, que, desde Puerto Plata, vinieron, les abrazamos de gratitud. Y a todos los grupos y movimientos apostólicos, gracias por estar y orar con y por nosotros.
A los miembros del gran círculo de la amistad de Radio Santa María, y muchas otras amistades que, desde La Vega, Jarabacoa, Bonao, Santiago, Cotuí, Nagua, Monte Cristi, Salcedo. Constanza y otros pueblos, porque la distancia no importa para hacerse hermanos solidarios, gracias infinitas. A los residentes de nuestro sector Villa Palma, son ustedes la familia más cercana, gracias por ser los primeros en estar.
Finalmente, a todos los amigos y familiares que desde lejos llegaron para llorar con nosotros la partida de mi hermano. A los sobrinos que tomaron vuelo con mi hermana Leo y otros primos y sobrinos que también volaron desde otro país, para estar con nuestra familia, gracias, gracias, gracias. Sin todos ustedes y la fortaleza de Dios, no hubiese sido posible resistir la perdida de mi Flaco. La familia Valerio Polonia, les está eternamente agradecidos.
Dios les pague a todos, todo el bien que nos han hecho. En memoria de un ser especial, cuya alegría iluminaba nuestras vidas. Descansas en paz, cerca de nuestro Papá, ángeles de luz, que nos iluminan desde el cielo. Rahamés Valerio Polonia: PROFESOR POR SIEMPRE.