Nueva York.- Los mayores problemas, durante el desarrollo de las primarias demócratas celebradas este marte en esta ciudad, se presentaron en los Distritos donde participaron hispanos, según los reportes de prensa en La Gran Manzana.
En el Distrito 31, participaron como candidatos al Senado Estatal los dominicanos Luis Tejada y Adriano Espaillat (reelección) y fuentes de la campaña de este último denunciaron que el centro reubicado en la escuela pública 278, presentó dificultades de acceso a la zona. La mesa electoral estaba previamente situada cerca de la calle 207, y ahora está en la 219.
Algunas mesas han sido reubicadas a más de 10 cuadras de distancia, lo cual es un inconveniente para muchos votantes del Alto Manhattan, las cuales fueron cambiadas por la Junta de Elecciones sólo unos días antes de los comicios, lo que provocó el enfado de muchos de los candidatos afectados, dijo el también candidato Tejada.
Tejada denunció hace algunos días que fue objeto de un atentado criminal al lanzarle un vehículo en marcha frente al edificio 565 West de la calle 163, entre las avenidas Broadway con Ámsterdam a eso de las 6:30 de la noche, llegando atropellarlo que ameritó su internamiento en el hospital New York Presbiteriano, ubicado en la calle 168 y Broadway. Anteriormente había puesto una denuncia en el precinto policial número 33 por acusaciones y amenazas por miembros del equipo de campaña de Adriano. El caso es investigado por el detective Anthony Meléndez.
En el Distrito 33 en El Bronx participan como candidato al Senado el dominicano-puertorriqueño Fernando Cabrera y el puertorriqueño Gustavo Rivera. Este último, que busca la reelección, denunció públicamente hace algunos días que su contrincante cometió irregularidades en 31 hojas de peticiones y lo llevó a la Corte. El juez John W. Carter decidió que, aunque algunas firmas eran falsas, su trabajo no fue «permeado por el fraude» lo suficiente «para justificar su anulación total».
La Corte revocó 10 de las 31 hojas firmadas, dejando a Cabrera con 1,164 firmas, suficiente para continuar en la papeleta de las primarias demócratas celebradas este 9 de septiembre.
La ley requiere a los candidatos para el Senado Estatal al menos mil firmas de los constituyentes de su distrito y partido para figurar en la papeleta. La lista de peticiones (en las que se registran nombre, dirección y rúbrica del votante) son firmadas por un testigo que está presente cuando se visita a los ciudadanos.
Durante el desarrollo de las primarias demócratas en el día de ayer, Cabrera, que intenta arrebatarle el puesto de senador estatal a Rivera, denunció que cuando fue a votar en la escuela pública 310, su nombre no figuraba en la lista electoral y que faltaban dos páginas enteras del registro de votantes elegibles, lo que retrasó enormemente el proceso, presentando una queja formal y envió una carta pidiendo una investigación inmediata al director ejecutivo de la Junta de Elecciones, Michael Ryan.
“Me preocupa que esta irregularidad que he experimentado a la hora de ejercer mi derecho al voto, posiblemente sea extensiva a otros muchos lugares de votación en estas elecciones”, expresó Cabrera en la misiva.
Se recuerda que en las elecciones especiales celebradas en el Distrito 86 de El Bronx en septiembre de 2013, para sustituir al senador dominicano Nelson Castro acusado de corrupción y quien renunció, participaron de la misma los quisqueyanos Héctor Ramírez, Yudelka Tapia, Haile Rivera, Kenny Núñez y Víctor Pichardo, y se armó tremendo lío porque Ramírez fue despojado del triunfo para favorecer a Pichardo.
En ese entonces cientos de votantes acusaron al presidente del Partido Demócrata de El Bronx, Carl Heastie, de abusar de su poder para despojar a Ramírez de la posición, y quien dirigió dicho fraude fue el hoy Senador Rivera, a quien Cabrera está acusando de irregularidades en las primarias de ayer.
Ramírez, quien participó como candidato a la Asamblea Estatal en el día de ayer, enfrentando nuevamente a Pichardo, supuestamente perdió por 72 votos en esa ocasión y describió a Heastie y el actual Senador Rivera como «dos personajes completamente anti dominicanos, que quieren imponer candidatos títeres que respondan a sus intereses, que son los mismos de los propietarios de edificios y las grandes corporaciones que no representan a la comunidad”.
