La Nueva Oligarquía Tecnológica y sus Implicaciones Futuras
En la actualidad el mercado de valores se convirtió en la economía predominante. Para los industriales y comerciantes, generalmente es más rentable comprar sus propias acciones en la bolsa de valores que expandir la empresa, quedando atrapados en un capitalismo financiero que produce recursos financieros al margen de crear riqueza tangible, en una especie de hackeo del capitalismo clásico, concentrando y multiplicando las utilidades sin agregar valor real a la sociedad.
Cuando los industriales y comerciantes se liberaron de sus antiguos amos de la monarquía no se imaginaron que quedarían prisioneros del Mercado de valores, donde el valor de las acciones fluctúa hacia arriba o hacia abajo dependiendo de la venta y compra, lo que a su vez está determinado por la percepción de los tenedores de acciones, quienes a la vez están influidos por las diferentes redes sociales cuyos algoritmos son escritos por las grandes tecnológicas. En el siglo XXI, esta telaraña de influencias deja atrapados a los antiguos creadores del sistema y permite emerger una oligarquía tecnológica como la nueva clase dominante, que posee inmensos recursos financieros pero hasta entrada esta década escaso poder para proteger sus intereses.
La Llegada de la Inteligencia Artificial
Con la llegada de la inteligencia artificial, la nueva oligarquía tecnológica ha alcanzado niveles insospechados de poder. Lo que se ha mostrado hasta ahora es sorprendente y ha disparado todas las alarmas. Esta tecnología se desarrolla sin un marco regulatorio, no está claro cuánto saben las autoridades y qué tanto está oculto bajo el manto de la legislación que protege las investigaciones científicas.
Podríamos especular bastante sobre el impacto y las preocupaciones del desarrollo de la inteligencia artificial, pero para eso escribiré otro artículo. Prefiero seguir explorando las implicaciones en el poder de esta nueva etapa de la era tecnológica. La gran cantidad de datos que producimos por segundo debe ser almacenada, evaluada y procesada para extraer información útil que pueda ser usada en diferentes productos y estrategias, para elaborar mensajes casi personalizados, con el objetivo de “manipular nuestro comportamientos”.
Control de la Mente y Narrativa Social
Con el amplio uso de las redes sociales nuestros hijos son seducidos a permanecer mirando una pantalla la mayor parte de su tiempo y con sofisticados programas informáticos gradualmente toman el control de sus mentes de manera casi sobrenatural. Muy diferente a los siglos XIX y XX donde los amos industriales dominaban los medios de producción, controlando los empleos y los amos comerciantes las cadenas de suministro, determinando aspectos como qué comer y cuándo comerlo. La nueva oligarquía tecnológica no busca una obediencia basada en premios y castigos. Esta nueva clase pretende dominar la mente y controlar lo que pensamos para guiarnos en la construcción de un relato alineado a sus intereses.
¿Para qué poder político y porque ahora?
Todas estas tecnologías necesitarán grandes cantidades de energía para los centros de datos, se estima que esta demanda crecerá a un ritmo que podría duplicar la capacidad de aumentar la producción de energía de los países. En la primera mitad del siglo XXI, esto presentará varios dilemas para las autoridades por ejemplo: decidir si la energía irá a las ciudades o a los grandes centros de datos. Por otro lado, se necesitan materias primas para la producción de los dispositivos, lo que podría significar decidir entre la minería o el medio ambiente, o posiblemente aumentar el gasto militar para enviar a los hijos de la clase trabajadora al extranjero a conseguir las materias prima de una manera más tradicional, para no entrar en la espantosa realidad de los niños de piel oscura trabajando en las minas para satisfacer la demanda de minerales que la nueva oligarquía tecnológica demanda. Estas necesidades serán suplidas de una u otra manera lo que traerá reacciones contrarias para lo cual los nuevos oligarcas necesitará elegir líderes que protejan los intereses de las empresas, propiedad de una minoría en detrimento de la población con menos recursos que es aproximadamente el 99%.
Influencia de Elon Musk en la Política y la Tecnología
Lo anterior sirve para entender la repentina irrupción de Elon Musk en la campaña de Donal Trump, invirtiendo cientos de millones de dólares para asegurarse la influencia necesaria para resguardar sus intereses en el espacio, usar el dinero de los contribuyentes para financiar el viaje a Marte y la inquietante tecnología Neuralink que pretende colocar un implante en el cerebro, que posibilitará conectar a un ser humano a una computadora. En algún momento, querrá empezar las pruebas en humanos, para lo cual necesitará el aliado correcto en la casa blanca.