César J. Rodríguez Barroso (1944-2017), poeta y ensayista francomacorisano, dotado de gran sensibilidad social y con mucha vocación para la literatura, sobre todo en género poético, empezó a escribir en prosas y versos desde su adolescencia, publicándose muchos de sus trabajos, a partir de los inicios de la década de 1970, en periódicos y revistas locales y de Santiago de los Caballeros. Para mediados de ese decenio ya volaba alto en su poesía espacial, recibiendo la crítica favorable del afamado poeta y crítico literario chileno, Alberto Baeza Flores, a quien tuvo el privilegio de conocer personalmente, cuando éste, en viaje que hizo a nuestro país, en 1975, visitó a San Francisco de Macorís, departiendo con algunos de nuestros escritores, incluyendo a Barroso, quien le entregó varios de sus poemas para que se los analizara.
En efecto, en carta enviada por Baeza a Barroso, desde Costa Rica, de fecha 4 de agosto de 1975, entre otras cosas, el poeta chileno le hizo saber al nuestro lo siguiente: “Creo que ha dado con una veta (…) muy valiosa para la poesía dominicana, y que, a la vez, es difícil y que ha sido poco explotada. El Postumismo, con Moreno Jiménez, ha tocado el tema, pero usted, de otra generación, puede abordarlo más. Me refiero a su poesía espacial, un tanto galáxica, de expansión del espíritu. Voces que claman en silencio, me parece de muy comunicativa emoción”.
A pesar de su gran talento como cultivador de las letras y de su extensa producción, su condición humilde y el escaso apoyo que tradicionalmente reciben los escritores de provincias de parte del sector oficial para publicar sus obras, fueron dos causas fundamentales para que al momento de quedarse dormido para siempre, el 17 de mayo de 2017, todo su legado literario estuviera inédito, exceptuando su poemario, Anochece en los jardines, que había sido publicado algunos años atrás por el Ministerio de Cultura. Desde hacía muchos años había escrito un ensayo histórico-biográfico acerca de la ilustre educadora santiaguense, Ercilia Pepín, el cual no pudo publicar.
En la emocionante lectura de su poesía nos encontramos con mucha frecuencia con palabras como amistad, ausencia, esperanza, luz, miedo, presencia, silencio, tiempo, verso, etc. A continuación, dos bellos poemas de su autoría. LA AMISTAD: En la pizarra de los días/palidece la amistad. /Suplementarla con sinceridad/para renovarla. /Suministrar dosis de afecto/con el abrazo de la vida, / y dejar ver el corazón. HUELLAS DEL SILENCIO: Resbalé en el silencio/ para caer en la soledad; /soledad donde el creador de versos/ atrapa los momentos. /Hay sensación de alas, /movimientos de labios/ donde se pinta la ausencia. /Se ven huellas de recuerdos, /borrosas imágenes, /sonidos de pisadas/y voces sin palabras.