Tierra heroica y de bravura, entrada natural al noreste de la isla, pueblo que agoniza entre el progreso y el atraso, la riqueza de unos pocos y la miseria que crece sin dolientes mostrando su cara en una nueva comunidad que nace sin conocerse como.
El símbolo desde su nacimiento es el río Jaya, que una vez fue grande y ruidoso, que dejaba su virginidad cuando cientos, quizás miles, se bañaban en sus aguas. Hoy lo asesinamos, lo destruimos con una contaminación en todo su trayecto. San Francisco no seria igual jamás, si su río marca desaparece como hoy ha desaparecido la paz, porque la violencia a todos los niveles nos arropa y qué pena, porque un pueblo rico sobre fértiles llanuras, un comercio progresista y dinámico, y una Cordillera Septentrional con Loma Quita Espuela, madre de ríos, con su bosque húmedo exquisito y casi único en el Caribe, mirándonos desde arriba, cuando el Sol abrazador de este verano sofocante que un día después de la fundación de este pueblo de los Macoriges, el 20 de septiembre de 1778, le cediera el espacio al otoño para refrescar el medio ambiente, nos dice, ojalá merme la Violencia y se restaure la tranquilidad que tanto necesitamos y anhelamos los que vivimos y luchamos por un futuro de fraternidad.
Autoconcediéndonos el permiso de EL JAYA y su editorialista en su segunda edición del 2006 citamos: «La delincuencia se adueña de las calles. Cada día la gente acumula más angustia y temor de ser la próxima víctima…» cuanta visión de lo que hoy padecemos y sufrimos.
Desearía siendo sincero, no tener que haber citado lo anterior, pero entre el cauce de lo que le queda al Jaya y la belleza de Loma Quita Espuela, es mucho dolor lo que está sucediendo. Oh, San Francisco tierra pródiga de héroes y mártires, que ha sabido estar presente con tus mejores hombres y mujeres en los momentos en que nacía la Patria o la misma era agredida, estaban al pie del cañón, hoy necesitamos progresar en armonía con la naturaleza, con los valores familiares que toquen a todos, que tu belleza en obras y construcciones vaya a la par de los que necesitan tener acceso a una mejor educación, mejores y eficientes servicios de salud, que resplandezca la agricultura, que el cacao suba a niveles apetecibles, que la amenaza de quitarnos a loma Miranda sólo sea eso, una amenaza y que en este 234 cumpleaños de la fundación de esta Villa del Rincón de Santa Ana de San Francisco de Macorís, sea como la de una quinceañera que le sonríe a la vida, a la paz, al amor y a la solidaridad para que vuelva a resplandecer la alegria, la confianza en este pueblo querido situado en el mismo trayecto que conduce del río Jaya a Loma Quita Espuela.
El autor es educador, presidente de Unión Deportiva de la Provincia Duarte (UDEPRODU) y dirigente de la Asociación Dominicana de Profesoras (ADP)