Un estudiante de bachiller no puede con la operación matemática de una raíz cuadrara de cinco cifras, y un maestro no gana lo suficiente para comprar cinco libros y ampliar sus conocimientos. Necesitamos el 4%.
Un individuo tira un vaso plástico por la ventana desde un carro en marcha a la vía pública y otro, medio bebido, lanza una botella de cerveza vacía sobre el pavimento rompiéndola en mil pedazos. Necesitamos el 5%.
Un muchacho lleva la compra hasta el carro, recibe una generosa propina, pero a cambio, no da ni las más tristes gracias, y un llamado ¨ parqueador ¨ no acepta, y hasta le devuelve con mala cara, una moneda de cinco pesos que le regalan por no hacer nada. Necesitamos el 6%.
Un profesional escribe en la presentación su currículo ¨ quedo a su disposisión para lo que pueda servile ¨ y en un letrero de barrio, se lee, o mejor dicho se interpreta, ¨ bendemo elado ¨. Necesitamos el 7%.
Un político hace leyes en el parlamento pero no es sometido por incumplir con la manutención de sus hijos, y un delincuente reincidente, de talla bien peligrosa, sale de la cárcel mucho más rápido que ha entrado en ella. Necesitamos el 8%.
Una señora bien linda en su carro de lujo se salta un semáforo en rojo como si nada pasara, y un agente de tránsito ayuda a un motorista a doblar por el mismo sitio dónde una señal lo prohíbe. Necesitamos el 9%.
Un comunicador dice por el micrófono radial: el arcarde esto, el arcarde lo otro, el arcarde lo de más allá, y otros colegas suyos sueltan las peores palabras de las ochenta y cinco mil que tiene la lengua castellana, y hablan, además, de la imperiosa necesidad de alfabetizar el país. Necesitamos el 10%.
Dos equipos de baloncesto juegan en la cancha de un parque, al finalizar dejan regadas por el suelo docenas de botellas de agua, papeles, fundas de plástico, basura, y a diez metros de esa misma cancha hay un zafacón que está totalmente vacío. Necesitamos el 11%.
Un señor parquea el carro encima de una acera obstruyendo el paso de los sufridos peatones, justo donde se indica No Estacione, y en otra acera de cualquier sector de la ciudad se instala un taller, contaminante y sucio, de reparaciones para todo tipo de vehículos. Necesitamos el 12%.
Una persona, llega puntual a su cita después de pelear con un tránsito caótico, y la otra llega una hora tarde porque su tiempo sí es valioso, pero el de los demás, no. Necesitamos un 13%.
Un señor va por una calle, siente ganas de orinar y allí mismo lo hace sin importar quién pase por su lado, y un vendedor callejero de rábanos los rocía con agua de la cuneta para que se vean frescos, como recién cosechados. Necesitamos el 14%.
Una parada de carros públicos como el de la avenida Winston Churchill con la J.F. Kennedy luce sucia como un chiquero, y la salida guaguas del kilómetro 9 de la carretera Duarte se ve asquerosa como una pocilga. Necesitamos el 15%.
Un señor con toda su cara dura se ¨ cuela ¨ en una fila por delante de una veintena de personas que llevan una hora esperando, y las veinte personas juntas no son capaces de retornarlo al lugar que le corresponde, con su debida pela de lengua sobre civismo. Necesitamos el 16%.
Un muchacho de 15 años logra la hazaña de embarazar a una joven de 14, y la muchacha queda una situación embarazosa para el resto de su vida. Necesitamos el 17%.
Un jornalero gana sudando de sol a sol 8.000 insuficientes pesos, y un pariente de un importante funcionario recibe una jugosa botella que cobra, sin falta, cada fin de mes. Necesitamos el 18 %.
Pero ni el 18%, ni el 50%, ni el 100% serán suficientes si no ponemos, todos, un poco de nuestra parte. O mejor aún, un mucho. Manos a la obra.