APUNTES DE UNA ÉPOCA SANGRIENTA
Las persecuciones, encarcelamientos y torturas a los detenidos durante la fatídica época de los 12 años, fueron enfrentadas en las calles, barrios y campos, donde tenían incidencia las organizaciones democráticas.
Para enfrentar las constantes violaciones a los derechos humanos, los grupos de izquierda contaron con una barra de abogados que de manera gratuita asumían la defensa de quienes iban a parar a las mazmorras Balagueristas.
Uno de esos abogados fue el Doctor José Amado Camilo Fernández, quien a pesar de su procedencia de familia acomodada, obvió esa condición y asumió posturas firmes y decididas al lado de los mejores intereses, llevando una vida modesta, lo que le fue cobrado con creces por las fuerzas represivas del régimen.
Jochy, como era conocido por sus amigos y familiares, no cejaba en su postura antibalaguerista lo que era detenido constantemente y confinado a la cárcel de la policía en esta ciudad, cada vez que se aproximaba una fecha conmemorativa.
José Amado fue agredido a culatazos durante la intervención del Ejército Nacional en el Centro Universitario Regional del Nordeste (CURNE) y producto de esa agresión, tras permanecer varios días detenido en la Fortaleza Duarte, tuvo que ser hospitalizado.
La profunda herida en la cabeza que le produjeron los guardias a Jochy Camilo, no fue justificación para este alejarse de su asistencia legal gratuita a prominentes dirigentes de izquierda que eran apresados.
Su ascendencia en esta ciudad fue tan grande que la candidatura a la senaduría por el Partido Revoucionario Dominicano en el 1978, acompañando al entonces candidato presidencial Antonio Guzmán, produjo un enorme caudal de votos al partido blanco, logrando “arrasar” en las urnas al Balaguerismo.
Pese a su estrecha amistad con don Antonio Guzmán, ya Presidente de la República, con quien pudo agenciarse privilegios, José Amado Camilo continuó su vida austera, con los mismos amigos, recorriendo las mismas calles y manteniendo invariable su discurso revolucionario.
Los intereses grupales dentro del PRD lo llevaron a enfrentar con energía sectores del partido blanco de los que se aisló, continuando con sus labores docentes en el CURNE e intervención en un programa radial donde exponía sus consideraciones.
Poco a poco problemas cerebro vasculares minaron su resistencia y en medio del pesar, partió uno de los más destacados francomacorisanos que lucharon por la libertad de nuestro pueblo, quien no conoció la traición ni cejó en su lucha, dejando sumido en la tristeza a sus familiares y a todos aquellos que conocieron de cerca un excelente catedrático, abogado y dirigente político.