Antecedentes históricos
Como resultado del largo período colonial en la isla Hispaniola, que se extendió por más de tres siglos, aunque en el caso particular del pueblo dominicano, en el marco de la compleja simbiosis racial que se produjo aquí predominó la raza mulata –mezcla de negros y blancos–, en el orden cultural el imperio dominante impuso buena parte de sus valores culturales, incluyendo idioma y religión.
Como consecuencia de ello, al adentrarnos al estudio y análisis acerca de los orígenes y evolución de las familias que han constituido la sociedad de San Francisco de Macorís, encontramos que, con relación a los nombres y apellidos, todos ellos, incluyendo los de los esclavos, han estado relacionados con la cultura hispánica.
Hurgando en las páginas de la obra, Historia de la Parroquia de Santa Ana, escrita por Mons. Hugo E. Polanco Brito, hallamos datos interesantes, referentes al primer censo poblacional en nuestro Macorís, incluyendo la institución familiar, realizado en el año de 1812, auspiciado por el Obispado de La Vega, del cual se pueden hacer juicios aproximados del tipo de organización familiar que tuvo este pueblo, desde sus orígenes, en los primeros decenios del siglo XVll, inmediatamente después de las Despoblaciones ordenadas por el gobernador Antonio Osorio (1605-1606), y hasta finales del siglo XV111, poco más de 20 años después de la fundación de la ciudad.
En ese empadronamiento, en el que no se incluyó a los habitantes del Partido de Cuaba, llamado después Barbero, y más tarde Pimentel, por encontrarse en Litis jurisdiccional entre las autoridades de Cotuì y La Vega, se determinó que unas 1816 personas habitaban en la común de San Francisco de Macorís para el citado año, de las cuales 334 eran cabezas de familia, con 1732 (95%) viviendo en la zona rural, y 84 en la urbana (5%), lo que reflejaba una población casi totalmente campesina. Las comunidades rurales que existían entonces eran: Arroyo Caña, Cenovì, Honduras, Las Guásumas, Mirabel, Santa Lucia y Rincón de Cuaba.
Entre los núcleos familiares que para entonces se habían constituido en Macorís del Jaya, estaban los Acevedo Jiménez, Alvarado Cabrera, Acosta Ynoa, Basilio Beltrán, Bello Tejada, Burgos García, Calderón Figuereo, Candelario Labantis, Castillo Taveras, Cortorreal Hidalgo, Cruz María, de León Figueroa, del Rosario Figueroa, de la Cruz María, de los Santos González, Faustino José, Faustino de los Santos, Gabín Rodríguez, García Alvarado, García Contreras, García Salazar, Geraldino Alvarado, Hernández del Carmen, Luciano Basilio, Luciano Taveras, Mateo Guzmán y Morillo Mendoza.
Además, Olivo Ramos, Olivo Rodríguez, Reynoso Cruz, Reynoso Hidalgo, Tejada Marte, Mejía del Rosario, Mena Genao, Monegro Cortorreal, Monegro Polanco, Núñez Tejada, Pantaleón Tejada, Rosario Fernández, Salazar Rosario, Santana Marte, Tejada de la Cruz, Tejada García, Tejada González, Tirado Henríquez, Trinidad García, Toribio Sánchez, Ventura Báez, Ventura Carreño, Ventura Holguín, Villa Peña y Villar Taveras.