Según los acontecimientos entorno a lo que vive nuestra nación, luego de la suspensión de las pasadas elecciones y la impotencia generada por la falta de integridad con la que se ha manejado todo el proceso, debemos como pueblo de Dios tomar una posición firme y levantar nuestra voz contra cualquier retroceso al que quieran someternos los enemigos de la verdad y con mentiras corromper la Paz y la estabilidad que ha costado tanto sacrificio desde los días de la Trinitaria hasta la Restauración con Gregorio Luperón a la cabeza.
Pero debemos buscar la dirección de Dios antes y no actuar por pasiones generadas por preferencias políticas o por la presión del momento.
La Biblia dice en Proverbios 20:18 “Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.”
Creo que la mejor forma de ver la nación cambiada es haciéndonos todos responsables delante de Dios como lo hizo Daniel en su oración del capítulo 9.
Daniel 9:3-5 “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.”
Como vemos en estos versos Daniel entendía el principio de arrepentimiento y conversión como Dios lo de manda en 2 Crónicas 7:14 “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Y es que esta es la única forma de provocar un cambio verdadero porque el hombre está corrompido por la naturaleza que lo domina y hasta que éste no rinde sus intereses egoístas delante de Dios y reconoce su condición no habrá cambio.
Nuestra nación atraviesa por un momento muy difícil y como pueblo de Dios debemos ver lo que Dios nos quiere decir o que quiere que veamos que no estamos viendo ya que en situaciones cómo estas siempre el enemigo tratará de distraernos o reducirnos a través de sus lisonjas populistas haciéndonos creer que somos comunes y que nuestras oraciones no tienen efectos de poder y esa es una mentira que no debemos creer.
Y esto fue lo que vio Daniel en un momento de crisis donde sabía que cuando nuestro enemigo sabe que el cambio es eminente tratará de contenernos .
Daniel 11:32 “Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; más el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.”
Debemos ser diligentes y pro activos en cuanto a estar dispuestos a restaurar nuestra capacidad de volver al principio y esto solo lo logramos volviendo al lugar donde nos encontramos con nuestro Dios.
Debemos buscarle en oración con genuino arrepentimiento ya que nuestra guerra no es contra carne ni sangre.
Dios ama a República Dominicana pero nosotros somos los responsables de hacer que su reino venga a la tierra como dice la oración que enseñó Jesús: El padre nuestro.
Debemos asumir la posición correcta como iglesia y como hijos de nuestro Padre Celestial.
Cuando esto suceda comenzaremos a ser voz y no seguiremos siendo un eco vacío y sin poder.
Según los tiempos que vivimos estamos a la puerta de un Avivamiento poderoso, pero antes la iglesia debe despertar, la iglesia por la que Cristo derramó su sangre y de la que dijo ni las puertas del infierno prevalecerían contra ella. Creo muy profundamente y con humildad lo expreso, más que nunca hay que orar porque Dios quiere hacer su voluntad en RD.
Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.”
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