Me perdonan si lo que voy a decir parece una soberana herejía y además muy poco nacionalista, pero la Patria en sentido genérico ya es un término enfermo, muy enfermo, casi en estado terminal, que requiere una rápida revisión semántica, pues parece se ha está desgastado por el uso indebido que del mismo han hecho demasiados oportunistas, políticos, intelectuales, comerciantes y de muchas otras clases.
Hay opiniones para todos los gustos. Según afirma Mac Loquesea, la Patria es el refugio de los pícaros, no está lejos de la verdad cuando uno ve que en nombre de ella se hacen y caben tantos desatinos. No obstante todos somos bastante patriotas, a excepción de unos cuantos ácratas que lo son más por snobismo que por sentimiento.
Y esto se debe a que se nos inculca desde bien pequeñitos, que la patria no es sólo el país donde por pura casualidad nacemos, y obtenemos de manera automática eso que se llama el ¨ jus solis ¨, o derecho de suelo, sino una madre emocional por la que estamos, en teoría, dispuestos a hacer todo lo que se nos pida. Desde padecer grandes privaciones hasta luchar y morir por ella.
La Patria siempre pide mucho, a veces demasiado. Winston Churchill pedía nada menos que, la sangre, el sudor y las lágrimas como si eso fuese un rulo. Aquí, pudiéramos haberle dado al inolvidable líder británico el sudor, no costaría demasiado por nuestro clima, o las lágrimas pues más soltamos viendo telenovelas o cuando entramos una dependencia pública. Pero la sangre ya es otra cosa, esa es escasa, su extracción es dolorosa y además hoy en día debemos analizarla primero por si la hepatitis B, el VHI y otras enfermedades importantes.
Los cubanos, tan fidelistas y guerrilleros radicales ellos, piden nada menos que Patria o Muerte. Ni siquiera le dan lo opción de quedar uno herido en un hombro como los personajes buenos de las películas del Far West,, o herido de gravedad, pero recuperable.
Los norteamericanos, siempre tan maravillosos ellos, dicen In God We Trust, Confiamos en Dios, y les viene muy bien porque sólo Dios sabe donde están metidos toda la cuadrilla de Al Qaeda. Además si Dios volviera a nacer Hombre, lo haría con toda seguridad en California donde llevar ropa ancha, chancletas y pelo largo es de lo más normal. Este lema de Confiamos en Dios nos hubiera convenido más a nosotros los dominicanos, ya que hasta los Presidentes acuden a los personajes celestiales como la virgen de la Altagracia cuando la piña se ha pone demasiado agria.
Pero en nuestro país, sin embargo, nos piden Todo por la Patria, un lema de orígenes castrenses y cosa que estamos cumpliendo a rajatabla a través de los nuevos sistemas de impuestos, le damos todo a la Patria, inclusive por adelantado y en forma de impuestos, lo que tan trabajosamente ganamos.
Pero seamos sinceros, la Patria, al menos en países que dicen estar en el rollo del subdesarrollo, devuelve a cambio muy poco, o nada de nada. Si no lo cree, vaya al Estado a que le solucionen algún problema urgente de dinero, pongamos por caso RD$ 60,000 que no es ni siquiera la dieta mensual de un politico mediocre. Aunque usted sea veterano de una guerra con sólo media pierna, y un ojo de vidrio, o muestre las medallas del valor y del sufrimiento en el pecho generoso, le dirán la nananina de Tres Patines. Que para eso están los bancos o que empeñe la televisión, la cama y la abuela a 120 días en la compraventa La Generosa, pues en esas altas esferas se cocinan cosas más importantes.
Si repasamos los lemas de las Patrias no vemos hay ninguno que diga algo agradable como Patria y Chocolate, o Patria y Pan con Mantequilla, o Tu Patria te Ama, o por lo menos alguno más sincero como la Patria Agradece Poco.
Patrias, además, hay muchas y eso tiende a confundir. Por ejemplo la patria potestad por la que un buen padre le puede dar sin temor a represalias una buena sarta de pescozones a sus hijos o, clavarle, por celos, seis certeras cuchilladas a la esposa. La Patria chica, que se aplica a las regiones o provincias donde nacemos y que como las nuestras no pasa de unos miles kilómetros cuadrados.
En Brasil, la patria chica sería por sus enormes extensiones A Patria Enorme. Y en Andorra país que apenas tiene cuatrocientos kilómetros cuadrados, patria sería chiquitiquitica, tomándole ese término prestado a los costarricenses, que por esa razón les llaman cariñosamente “ticos “.
La Madre Patria, que se usa de forma protocolar para quedar bien cuando vienen los Reyes Don Juan Carlos y doña Sofía y se dan pomposos discursos. También está la Patria de Todos que son los milagrosos Estados Unidos que, si bien el término no es correcto en significado real, si lo es en el campo de los sueños por realizar. El Amercian Dream es la quimera por la que se deja hasta lo más querido, la familia, el país, el colmadito, inclusive el pellejo en las fronteras.
Pero la Patria que más gusta a todos, especialmente a los hombres, es la Patria Rodríguez una preciosa muchacha color indiecito, simpática, con un par de piernas como para dejarse el patriotismo secuestrado en la vicaría para toda la vida.