Derechos sexuales y reproductivos, está relacionada con la libertad de las personas a decidir sobre su sexualidad y el ejercicio libre de la misma. Es una batalla jurídica y mediática donde se presiona para legislar que a la mujer se le otorguen más derechos sobre su propio cuerpo. Normalmente se plantea para establecer mediante ley el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo. El aborto es la interrupción voluntaria del embarazo. Un aborto podría ser justificado por violación, si presenta anormalidad fetal grave o representa riesgo importante para la salud de la madre. Los promotores del aborto, creen que a la mujer se le debe garantizar ese derecho antes de que el feto sea considerado viable.
Los médicos utilizan el concepto ‘viabilidad fetal’ para describir el momento en el que los órganos vitales, como los riñones, los pulmones o el corazón, están lo suficientemente formados para funcionar con o sin atención médica. Este acontecimiento suele darse alrededor de las 26 semanas ó 6 meses de embarazo, cuando el feto ya podría nacer. En caso contrario, el nacimiento sería demasiado prematuro, o inviable, y las posibilidades de éxito son nulas o muy escasas. En algunas constituciones de países y estados de EEUU, se ha establecido la posibilidad hasta las 24 semanas de la vida del feto.
En qué punto un feto se convierte en una persona, y como tal es sujeto de derechos, es una disputa de larga data en el corazón del debate sobre el aborto. Este es un aspecto crucial del conflicto porque los derechos de autonomía y libertad de una mujer pueden verse limitados si están involucrados otros derechos que tienen otras personas. Pero no ha quedado claro quién tiene el poder para tomar esa determinación.
Realmente una mujer tiene derechos sobre su propio cuerpo, pero no para interrumpir la vida de otro ser humano. Sobre todo, si es indefenso. ¿Cree usted que una mujer debería decidir si interrumpe la vida de un ser indefenso que crece en su vientre? Algunos países latinos que permiten el aborto son: Cuba, México y Uruguay, hasta las 12 semanas; Argentina hasta las 14 semanas y Colombia hasta las 24 semanas. En caso de violación, inviabilidad del feto y peligro para la madre, este límite no es aplicable.
La sentencia de Roe vs. Wade, de 1973, sentó las bases para que, en EEUU, uno de cada 5 embarazos terminara en aborto. Hubo años que se practicaron más de 1 millón de abortos. Según las estadísticas, desde 1973 al día de hoy se realizaron la astronómica cantidad de más de 60 millones de abortos, solo en EEUU. ¡Sorprendido/a verdad! Investigue las estadísticas. Eso representa más muertes, que las ocurridas en las 2 guerras mundiales juntas. Pero si se calculan las estadísticas mundiales por aborto, las victimas excederían la población de la República de China. ¡La gran mayoría de esos abortos eran injustificados ante Dios y la sociedad!
Se ha querido establecer un debate hasta qué punto o edad un feto está sujeto a derechos. Como la constitución supuestamente no figuran los no nacidos, se ha querido legislar para poder garantizar o interrumpir la vida de criaturas indefensas. En RD, los derechos de los no nacidos están garantizados: Constitución dominicana Artículo 37.- Derecho a la vida. “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte”.
Artículo 38.- Dignidad humana. “El Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos”.
¿Qué dice la Biblia?
1-Dios considera como personas a los no nacidos. El salmista David dijo, “Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Salmos 139:16. O sea, desde el mismo momento de la concepción y antes del nacimiento, Dios consideró a David como una persona. “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. Jeremías 1:5. Lo mismo ocurrió con Jeremías. Dios tiene un plan para cada ser humano, desde antes de nacer.
Antes de nacer Sansón, un ángel habla con Manoa, y le dio instrucciones del estilo de vida que debía llevar el niño. Antes de nacer Jesús, el ángel Gabriel, habló con la virgen María, diciéndole: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Mateo 1:21. De la virgen María, al visitar a Elizabeth, la cual estaba embarazada de Juan el Bautista, dice: “Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo”. Lucas 1:41. Esta cita resalta que las criaturas en el vientre expresan emociones, como la alegría. Igual que una persona.
2-El derecho a la vida está consignado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 3: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Llama la atención de cómo se cuidan las especies en extinción. Cómo se establecen vedas, prohibiciones y otros recursos, para cuidar la vida de aves, peces y otras especies en peligro de extinción; mientras a veces se legisla para interrumpir, matar una vida humana indefensa e inocente.
Si Dios considera al no nacido como una persona, también nosotros debemos considerarlo así y respetar la santidad de la vida. El no nacido es sujeto a derechos, debe ser respetado y resguardada como una persona. Su vida está protegida constitucionalmente. Abortar en condiciones realmente no justificadas, es matar. Éxodo 20:13 “No matarás”. Éxodo 23:7 “De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío”.
Los derechos sexuales de la mujer, deben ser respetados y garantizados igual que la vida de los no nacidos. Respetemos los derechos humanos. No al aborto. ¡Si a la vida! ¡Cuánto dolor y genocidio se ahorraría el mundo si todos fuéramos obedientes a la ley de Dios! ¡Qué felicidad, cuanta paz tuviéramos!