Nueva York.- Un tiburón blanco de 10 pies de largo fue atrapado el pasado domingo a un kilómetro de distancia de la playa de Rockaway (Queens) donde una multitud se bañaba plácidamente en las aguas del mar; y donde había decenas de dominicanos bañándose que residen en el área y otros que estaban de visita.
Tal fue el caso del criollo Amado Contreras, quien se proponía junto a su familia y algunas amistades disfrutar de un buen baño, pero al enterarse de la noticia se marcharon del lugar.
Al momento de su captura, más de dos mil personas disfrutaban de las aguas del mar y fue enganchado por el hispano Steve Fernández, de 29 años, utilizando un anzuelo de aproximadamente un pie de largo.
Fernández, que según versiones no confirmadas es de origen dominicano, manifestó que salió de pesca con algunos amigos a las seis de la mañana y luego de varias horas en el mar observó por primera vez el temible tiburón blanco, pero no lo capturó.
Una hora más tarde, y a poco más de un kilómetro de distancia de la orilla de la playa donde se bañaba una multitud de personas, avistó nuevamente el depredador y fue ahí donde pudo engancharlo, entablándose una pelea por más de dos horas con el escualo.
El pescador, residente en Breezy Point, Rockaway, zona donde habita una apreciable cantidad de quisqueyanos, expresó que esa es una señal de que la población de los mayores depredadores de los océanos, que estaba disminuida, está en crecimiento.
La playa de Rockaway es la ribera urbana de más extensión en los Estados Unidos, al poseer seis kilómetros de arena que permiten al visitante encontrar fácilmente un hueco.
Fernández, después de tener la fiera acuática dominada, procedió a marcarlo con información sobre dónde lo encontró, su tamaño, su número de serie y luego lo liberó. Precisó que nunca antes había capturado uno, a pesar de que tiene muchos años pescando.
Más tarde publicó una foto del tiburón, con la boca abierta, en su página de Facebook. «Nos vemos en 20 años, Sr. White Shark», escribió.
En Nueva York, la gente puede pescar tiburones blancos, siempre y cuando lo dejen en libertad «con un mínimo de daño», según el Departamento de Conservación Ambiental del estado.
Los tiburones blancos están clasificados como «vulnerables», según el Fondo Mundial para la Naturaleza. Los tiburones blancos pueden crecer hasta 20 pies y llegar a pesar 7,000 libras, según el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Estos depredadores tienen hasta 300 dientes triangulares en forma de sierra, dispuestos en varias hileras, y se van rompiendo o cayendo son reemplazados por otros nuevos, ya que contienen de dos a tres hileras más en continuo crecimiento.
Posee un excepcional sentido del olfato con el que detectan a sus presas, pudiendo percibir cantidades minúsculas de sangre en el agua a 5 kilómetros de distancia.
Se alimentan de rayas, peces de menor tamaño, focas, leones marinos, delfines, cadáveres de ballenas, elefantes marinos, tortugas y aves marinas, entre otras especies, y para agarrar su presa la “acecha” por debajo para luego nadar verticalmente y sorprenderla sin posibilidad de que ésta reaccione.
Estos peces están en la cima de la cadena alimenticia y es temido incluso por el ser humano, ya que con frecuencia se presentan casos de ataques principalmente en personas que practican el surf, buceo, natación y canoa en muchas partes del mundo.
Al nacer miden más de un metro de largo y se alejan de su madre, pues esta puede devorarlos y no se encarga de protegerlos o ver por ellos, desde su nacimiento son independientes. Pueden vivir hasta 30 años.