Por: la Dra.Yudelka Terrero
El sistema de salud de la República Dominicana enfrenta una situación delicada y preocupante ya que no se cuenta con la cultura de donar sangre por los tabúes existentes como es el caso de la mujer que se abstiene por el simple hecho de menstruar, creencias religiosas, además el estado nutricional (mayoría) es decadente de los nutrientes para poder ser donante, no obstante, el cumplimiento a los protocolos para someterse para una donación es muchas veces más difícil que conseguir el donante.
La sangre es un recurso terapéutico insustituible que constituye un elemento esencial para el pronóstico, esperanza y la calidad de vida de pacientes que requieran de la misma.
En esta era donde la información fluye de una manera libre por diferentes vías de comunicación se observan publicaciones de la necesidad de sangre por familiares o amigos del paciente, apelando a la benevolencia de sus semejantes lo cual es incierto que puedan obtener una respuesta satisfactoria y eficaz atendiendo a la complejidad del caso.
Cada día ocurren muertes prevenibles sin distinción de edad, sexo y estatus social por no contar con un banco sangre en la mayoría de los centros hospitalarios públicos y privados dado también por la fragmentación de servicios que tenemos, lo que agrava aún más los resultados que se muestran hoy día.
La obtención oportuna de sangre se ve empañada por el factor económico ya que la gran mayoría de los usuarios son de un estatus social muy bajo, además la red de servicios de salud no cuenta con banco de sangre en todos sus hospitales, ni en las ambulancias, los refrigeradores no están en adecuadas condiciones donde suele existir un banco de sangre, las máquinas para separar y analizar dicho elemento son muy obsoletas, el proceso se tarda bastante y se debe esperar recolectar varias bolsas para poder iniciar el análisis de estas.
Normalmente la cantidad que se capta no es suficiente para suplir la demanda existente, aunque los banco de sangre privados alivian un poco el déficit, ellos dispensan la bolsa a un precio elevado el cual está condicionado por el tipo y Rh, ya que si este es poco frecuente se puede restringir aún más la adquisición de ella y su costo se eleva mucho más, condenando a un resultado nefasto a quien espera volverse a reencontrar con su familiares.
Esta problemática nos lleva a plantearnos que debemos tomar acciones e integrar todos extractos sociales, las cuales serán de gran impacto y se proporcionará segundas oportunidades a nuestra población dentro de estas están:
- Contribuir y fomentar una cultura de ser donantes voluntarios, esta iniciativa debe ser introducida en las escuelas para ir aboliendo el paradigma que hoy día tenemos, y a la vez crear un sentido y compromiso social de la nueva generación.
- Crear banco de sangre en todos los centros de salud públicos y privados y en las ambulancias.
Proveer por parte del estado de refrigeradores fijos y de transporte. - Integrar las universidades para que sean portavoces de los profesionales en formación.
- Definir políticas para que las empresas públicas y privadas colaboren y sean parte de los clubes de donantes.
- Regular los precios de las pintas de sangre en los bancos de sangre privados.
- Inspección rigurosa y periódica de los bancos de sangre privados.
- Motivar a las mujeres a donar sangre.
- Mejorar el estado nutricional de la población donde se necesita la intervención estatal para que la canasta familiar sea alcanzable y justa.
El estado es el responsable de garantizar la inviolabilidad del derecho universal que es la salud, pero para alcanzarlo será un arduo trabajo, debe crear políticas claras con un seguimiento estricto a la captaciones de sangre e integrarnos todos alcanzar objetivo de que nadie muera a destiempo por no contar con sangre, ya que no estamos exento de pasar por esta situación por lo que abogamos por la empatía y el compromiso de todos.