Ahora mismo tenemos un serio problema en las sociedades modernas: acudimos a un acelerado proceso de desvalorización consistente en una pérdida sistemática de aquellos valores que en otras épocas dieron gloria, prestigio y riqueza a muchas naciones.
Me refiero a valores como la Responsabilidad, la Honestidad, la Valentía, el Patriotismo, la Verdad, la Rectitud, la Paz, el Servicio Desinteresado y muchos otros valores que son los que dan sentido al término “ser humano”.
El tema de los valores en las últimas décadas era tratado exclusivamente por filósofos, no era un asunto de la sociedad. Sin embargo, hoy es tema recurrente en todos los ámbitos, especialmente en la educación. A las escuelas, a las familias, al gobierno y a la sociedad en general les preocupa la corrupción, el alto consumo de drogas, la violencia extrema, la desidia de los estudiantes y la cada vez más alarmante delincuencia juvenil.
Pero no solamente son los estudiantes, sino que en los gobiernos de las diferentes naciones observamos cada vez más corrupción de todo tipo y una práctica constante de los antivalores que se convierten en un ejemplo negativo para las nuevas generaciones.
El asunto de los valores en la familia es un tema de preocupación fundamental, ya que, abatida por la modernidad, esta institución se ha relajado y muchos padres han perdido el sentido de orientación para guiar a sus hijos y sus propias relaciones de pareja.
A lo largo de la historia de la humanidad, las personas siempre han procurado adquirir aquellos bienes que consideran valiosos y han buscado desarrollar actitudes que consideran dignas de importancia, sin embargo es muy difícil hablar de un esquema de valores, y aunque todos están preocupados por el tema, mucha gente todavía está confundida.
Por eso no es de extrañarse que haya todo un movimiento mundial para tratar de incorporar la ética en las Escuelas, Universidades, Gobiernos, Ongs, y en todas las instituciones que representan conglomerados sociales.
En los Estados Unidos se ha formado una organización llamada: Instituto Para La Ética Global, tienen presencia en Europa y tratan de iniciar un movimiento mundial que realice cambios en la sociedad, porque afirman: “las naciones del mundo no sobrevivirán en el siglo 21 con la ética del siglo 20”.
Esta misma institución aplicó una encuesta internacional de valores y se dieron cuenta que la sociedad ha mostrado un descenso en lo que se refiere a los valores tradicionales como el Patriotismo, la Cooperación, Comunicación, Honestidad, Responsabilidad y otros. Estas ya no son las cualidades que caracterizan a los ciudadanos en el mundo.
El asunto clave con los Valores es que los niños, niñas, jóvenes y adultos necesitan referentes para guiarse. Ellos requieren personajes que, a través del ejemplo, muestren fehacientemente que es más beneficiosa la honestidad que la corrupción, que es más satisfactoria la responsabilidad que la desidia y que es mucho más productivo el trabajo que la búsqueda del dinero rápido.
Tenemos que reforzar los Valores con referentes, porque la sociedad ya tiene suficientes ejemplos de los antivalores, a la gente se le ha enseñado cómo es un corrupto, un irresponsable y un inescrupuloso, entonces urgimos de líderes nuevos que, sin importar el costo que ello implique, sean ejemplos de pulcritud, seriedad, responsabilidad, honestidad y verdadero patriotismo.
Ojalá esto pueda ser, la patria lo reclama a grandes voces.
El autor es Director Ejecutivo Consejo Regional de Desarrollo (CRD), Abogado, Economista y Experto en Planificación.