En la parte Norte de la isla en la región montañosa y parte de los llanos, estaba el Cacicazgo de Magua, el más poblado, la provincia del Catey, acogida a Magua, eran los predios que ocupaban los ciguayos y los macoriges.
Después de la conquista, parte de ese territorio pasó a ser el llamado Hato Grande que fue propiedad de la familia santiaguera Franco Bidó, y luego pasaron a ser sus dueños, por nexos matrimoniales, los Ventura.
En esos lugares comenzaron a agruparse algunas chozas, paraje que llamaron El Rincón de Santa Ana, allí se erigió la ermita de Santa Ana de los Macoriges, que recibía sacerdote para decir misa solo una vez al año, el 26 de julio, día de la santa patrona.
En 1776 el oficial de caballería de La Vega, Frías de los Reyes solicitó y obtuvo que dicha villa se elevara a población, lo que no se estableció realmente hasta el 20 de septiembre de 1778 cuando se levantaron las actas y se firmaron los documentos donde las familias Tejada y De Jesús, donaban los terrenos donde se fundaba el poblado de San Francisco de Macorís.
En ocasión de cumplirse el bicentenario de dicho acontecimiento, el año 1978 fue celebrado con varios actos, pero el establecimiento de importantes instituciones permanentes, ha sido lo más valioso, contamos entre tales logros: que a partir del 16 de enero fue elevada nuestra parroquia a la Diócesis de San Francisco de Macorís, sede de un obispado, dignamente ocupado por primera vez por nuestro querido amigo y respetable Monseñor Nicolás De Jesús López Rodríguez, hoy prestigioso Cardenal dominicano. Actualmente es nuestro obispo el bondadoso Monseñor Jesús María De Jesús Moya, también muy querido y apreciado de todos.
La fundación el 14 de marzo de la Universidad Católica Nordestana, prestigiosa institución académica que crece a pasos agigantados llenando toda la región y aún allende los mares su reputación. Nos ha traído estudiantes de lejanos países a nutrirse con el pan de una enseñanza bien avalada en famosas universidades USA y otros países.
Otros logros importantes de ese año del bicentenario es El Centro de Rehabilitación de Inválidos. Paliativo para numerosos enfermos, que afianzado cada día más, alivia de pesares, enfermos de distantes y diversos lugares que se acercan a recibir sus cuidados que con amor y alta calidad les son brindados.
Otro fruto desprendido del provechoso año del bicentenario de la fundación de nuestra ciudad, es El Centro de la Cultura, que a partir del 28 de noviembre, por años ha beneficiado esta sociedad, con: Escuelas de pintura, música, teatro, ballet, artes manuales, costura, tejidos, corte y confección, cursos de arreglos florales, ikebana, ambientación de paisajes, los jóvenes con inquietudes literarias, de teatro, músicos, etc., celebraban sus encuentros desde sus efímeros y cambiantes lugares de residencia, porque nunca hemos tenido local propio ni subvención estatal.
Celebramos interesantes presentaciones de teatro, ballet, concursos de arreglos florales y plantas ornamentales, una famosa exposición de antigüedades, visitada por los más prestigiosos intelectuales del país, en fin un sinnúmero de contribuciones al logro de una educación sostenida que rescate y fortalezca nuestra identidad cultural.
Por su mediación se han instalado en la ciudad: la primera escuela de ballet y recientemente con gran aceptación y éxitos la Alianza Francesa y el Domínico Americano.
Todas las instituciones antes mencionadas, ayudadas por el gobierno, gozan del éxito necesario a su feliz desenvolvimiento. Solo el Centro de la Cultura Inc., no ha tenido nunca la subvención necesaria para el sostenimiento a brindar las múltiples formas de educación sostenida que nuestro pueblo, pierde en manos de una delincuencia devastadora de jóvenes, que en manos que le enseñen a guardar sus buenas maneras podrían en cambio, ser ciudadanos útiles a la sociedad.
Lamentablemente, la cultura siempre ha sido la huérfana desvalida de esta política de intereses partidistas.
Ahora mismo el Centro de la Cultura Inc., carece de local y agoniza, por lo que hago propicia la ocasión para solicitar al Superior Gobierno y al Ayuntamiento Municipal un local dónde alojarnos y una suma suficiente para su sostenimiento donde una Directiva fresca y capaz sabrá llevar las riendas de este importante patrimonio francomacosriano.