La muerte del periodista Ricardo Rojas Espejo, causó gran pesar a la clase periodistica, locutoril y otros sectores francomacorisanos.
El destacado comunicador falleció la noche del martes 18 de septiembre aquejado de problemas en su salud.
El cortejo fúnebre de Rojas Espejo se convirtió en una gran manifestación de dolor y solidaridad.
Le sobreviven su esposa doña Fresa María Núñez, sus hijos Robert Ricardo, Ramcés Ricardo y Elaciel Laurenny. Su madreThelma viuda Rojas y demás hermanos.
El novenario se realizó el viernes 28 a las 3:00 de la tarde con una misa en la catedral Santa Ana, oficiada por monseñor Jesús María de Jesús Moya, con la asistencia de familiares, comunicadores, amigos y relacionados.
El Panegírico
El panegírico a Ricardo Rojas Espejo, fue escrito por el periodista Pedro Fernández y leido por el locutor William García:
Que dificil resulta describir un hombre de la estatura de Ricardo; periodista, escritor, amigo, preocupado por los problemas de la nación y de una voluntad irreducible en cuanto a su postura democrática y progresista.
Poseedor de una capacidad a toda prueba para describir sentimientos y reseñar los hechos; resumirlos y exponerlos en valientes editoriales que se escuchaban cuando era un peligro enfrentar la intolerancia, Ricardito trilló un camino tortuoso, superando obstacúlos y cosechando amigos.
Sus primeros años la concepción del mundo y la vida de este valiente comunicador, comenzando en su militancia en la Línea Roja del 14 de Junio junto a Milton Diloné, Victor Domínguez, Felipe Ventura y William Mieses, producto de lo cual fue perseguido, encerrado y torturado en varias oportunidades.
Poseedor de un carácter fuerte cuando se trataba de defender sus convicciones, Ricardito comienza a lidiar con los medios de comunicación en el l971 en Hibi Radio, junto a Luis Fabio Goris, Francisco Calderón, Pedro Fernández, donde asumió la dirección de Noticiario 1070.
La excelente labor en el primer noticiario local, dirigido por el extinto Amado Vásquez del Orbe, fue enriquecida con el relanzamiento de Noticiario 1070 y la inclusión en el mismo de varias secciones de entrevistas, humor político y el sonido que avisa sobre una información de último minuto.
Sin ceder a presiones, ni al soborno ni a la represión de la época, Ricardo Rojas fue un fiel exponente de la ética periodística, mientras formaba bajo su tutela otros jóvenes que posteriormente incursionaron en el periodismo y hoy ocupan lugares preponderantes como Antonio María, Bienvenido Calderón, Rafael Taveras, Juan Vargas Lima y Andrés Javier.
Pero además de su labor periodística, Ricardo se destacó como columnista del desaparecido vespertino Ultima Hora, donde escribía la columna a, e, i, o, u.
Estudió pintura y escultura en la escuela regional de Bellas Artes, se licenció en Derecho en la Universidad Católica Nordestana, realizó un diplomado en el Instituto Internacional de Periodista José Martí de La Habana, Cuba, en los congresos internacionales Rusia y la República Checa.
Fue un notable escritor y recibió el primer lugar en el Concurso Nacional de Literatura Joven que auspició The Royal Bank of Canada en el 1977, mención Concurso Dominicano de Cuento de Casa de Teatro y primer lugar en el Concurso Nacional de Literatura en la Universidad Católica Nordestana en el 1999.
Entre sus obras están: “Como si hubiera matado un Ángel”, publicada por Angeles de Fierro, y “Feliz Cumpleaños Coronel”, de la misma editora, puesto en circulación el pasado mes de junio.
Numerosos cuentos que permanecen inéditos son el resulado de su principal pasatiempo; la literatura y escritura.
En los últimos días era el reportajista del periódico EL JAYA, donde manifestaba su capacidad para manejar los diversos temas políticos y sociales.
En fin, la definición del tiempo que Ricardito permaneció entre nosotros, ameritaría mucho espacio, mucho tiempo, pues así fue su vida, agitada y llena de emociones.
Hoy Ricardo se ha marchado y parece repetirnos la parte final de su último libro “Feliz Cumpleaños Coronel”… “Encender un cigarillo, aspirar, dejar que las volutas asciendan y volverte un visitante que debe recoger su equipaje de mano y dar el cerrón a la puerta, sin lograr olvidar esa firma muy conocida debajo de tres palabras cuidadosamente escritas… !No Volveré Jamás!, aunque siempre permanecerá entre nosotros como un símbolo de la solidaridad que le caracterizó e instándonos a seguir trabajando cada día más por adecentar los medios y ponerlos al servicio del desarrollo del país.
Adiós Ricardito, adiós amigo y compañero…